
14 DE JULIO-El reciente accidente del vuelo 171 de Air India ha puesto en el centro del debate internacional a los interruptores de combustible del Boeing 787-8 Dreamliner, luego de que un informe preliminar indicara que este sistema clave pudo haber fallado segundos después del despegue. El avión, con destino a Londres, se estrelló cerca del aeropuerto de Ahmedabad, India, causando la muerte de 260 personas, en uno de los peores desastres aéreos de la última década.
De acuerdo con la División de Investigación de Accidentes Aéreos de India (AAIB), los interruptores que controlan el suministro de combustible pasaron del modo “funcionamiento” a “corte” de forma inexplicable, provocando la pérdida de potencia de los motores en pleno ascenso. Aunque estos dispositivos están diseñados para evitar activaciones accidentales, los investigadores aún no determinan si fue una falla técnica o un error humano.
El informe también recordó que en 2018 la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos emitió un aviso sugiriendo, pero sin obligar, a los operadores de Boeing a inspeccionar los mecanismos de bloqueo de estos interruptores. Air India no aplicó dicha recomendación. A pesar de esto, la FAA sostiene que el diseño de los interruptores no representa un riesgo para la seguridad de los vuelos y no ha emitido una directiva obligatoria al respecto.

Una grabación de la cabina analizada por la AAIB revela que uno de los pilotos preguntó al otro por qué había cortado el combustible, sin que ninguno reconociera haberlo hecho. Esta incertidumbre ha despertado fuertes críticas sobre los protocolos de seguridad y formación de tripulaciones, además de cuestionamientos sobre por qué no se atendieron antes las advertencias de la FAA.
Los interruptores de combustible están ubicados al centro de la cabina, entre los dos pilotos, y se utilizan exclusivamente para arrancar los motores antes del vuelo y apagarlos tras aterrizar. Activarlos durante el vuelo solo está justificado en situaciones de emergencia, como incendios o fallas graves. Que ambos se activaran en el mismo instante, sin causa aparente, sugiere un fallo más profundo, posiblemente en el diseño o mantenimiento.
Este caso reabre el debate sobre la relación entre fabricantes de aeronaves y las autoridades reguladoras. Si bien la FAA ha sostenido que los interruptores no representan un riesgo, la falta de acciones más firmes tras los reportes de 2018 plantea dudas sobre si la seguridad está siendo relegada ante intereses comerciales. Expertos en aviación consideran urgente establecer revisiones obligatorias y no opcionales para estos mecanismos, además de fortalecer la cultura de mantenimiento preventivo en aerolíneas como Air India. También preocupa que, a pesar del historial de fallos y advertencias, ni Boeing ni las autoridades hayan promovido rediseños técnicos en estos dispositivos críticos.
