
19-Julio-2025.-El expresidente Donald Trump fue diagnosticado con insuficiencia venosa crónica tras haberse sometido a una revisión médica a causa de una hinchazón persistente en las piernas. Así lo informó la secretaria de prensa Karoline Leavitt, quien dio a conocer una carta firmada por el médico de la Casa Blanca. Este padecimiento, aunque benigno y común en hombres mayores, ha despertado inquietud entre la opinión pública debido al visible deterioro físico en algunas imágenes recientes.
Según explicó la vocera, la decisión de informar sobre la condición médica fue tomada directamente por el propio Trump, buscando frenar especulaciones sobre posibles problemas de salud. El presidente presentó inflamación en las pantorrillas, lo que motivó la realización de estudios vasculares que revelaron la insuficiencia venosa crónica, sin que se detectaran señales de trombosis ni enfermedades arteriales.
Además de los estudios vasculares, el exmandatario fue sometido a un electrocardiograma y pruebas de laboratorio generales. Todas ellas se encuentran dentro de los márgenes saludables, descartando cualquier afectación cardíaca o condición sistémica. Leavitt añadió que el tratamiento actual incluye cuidados conservadores, sin necesidad de intervenciones mayores ni hospitalización.
Una de las señales visibles en Trump, que generó comentarios en redes sociales, fueron los moretones en las manos. La vocera explicó que estas marcas son producto de la combinación entre el uso regular de aspirina y el contacto físico constante, como los apretones de manos. En pacientes de edad avanzada, el uso prolongado de anticoagulantes como la aspirina puede generar fragilidad capilar y hematomas superficiales.

La insuficiencia venosa crónica es una condición que afecta el retorno sanguíneo desde las extremidades hacia el corazón. Si no se trata adecuadamente, puede evolucionar y generar úlceras, infecciones o incluso trombosis venosa profunda. Aunque el diagnóstico en Trump no es considerado grave, sí requiere vigilancia continua, uso de medias de compresión y actividad física moderada para evitar complicaciones futuras.
Cabe destacar que en Estados Unidos más del 40% de los adultos mayores de 70 años presentan algún grado de esta enfermedad, según datos del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI). Factores como el sedentarismo, antecedentes familiares, obesidad y largas jornadas de pie o sentado, aumentan el riesgo. En el caso de Trump, su historial de campaña con largos traslados y eventos extensos podría haber sido un detonante. Especialistas recomiendan a figuras públicas mayores someterse a revisiones frecuentes y adaptar su estilo de vida a las demandas de su edad y condición física.