CIUDAD DEL VATICANO (EFE).— El papa Francisco pidió ayer que durante el Jubileo de 2025 los santuarios en Hispanoamérica sean lugares de esperanza, al recibir en audiencia a los integrantes de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL) reunidos en su asamblea anual.
En su discurso, el Pontífice instó a que tanto la CAL como la Iglesia en América Hispana se inspiren en la figura de san Juan Diego, “un indígena sumamente modesto y sencillo” al que la Virgen de Guadalupe “no escoge por su erudición, por su capacidad organizativa, o por sus relaciones con el poder”, sino que “se conmueve porque él se sabe muy pequeño”.
También abogó para que la CAL ayude a construir puentes en Hispanoamérica “de inclusión, de fraternidad” y que sean “puentes que permitan que el caminar juntos no sea una mera expresión retórica, sino una experiencia pastoral auténtica”.
Revolucionario
Respecto al Jubileo del año 2025, el Papa recordó que en la bula (documento de inició del Jubileo) ‘”Spes non confundit” había escrito: “Por medio de Juan Diego la Madre de Dios hacía llegar un revolucionario mensaje de esperanza que aún hoy repite a todos los peregrinos y a los fieles: ‘¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu madre?’”.
“Un mensaje similar se graba en los corazones en tantos santuarios marianos esparcidos por el mundo, metas de numerosos peregrinos, que confían a la Madre de Dios sus preocupaciones, sus dolores y sus esperanzas”.
Y entonces invitó también a los fieles hispanoamericanos a acudir a los santuarios marianos e instó a que “sean lugares santos de acogida y espacios privilegiados para generar esperanza”.
Igual llamó a los integrantes de la CAL a invitar a los fieles “a peregrinar y anunciar el mensaje de esperanza que toda la región está urgida en escuchar y redescubrir.”
Esclavizada
En otro orden, Francisco denunció que la naturaleza “está esclavizada y se encuentra incapacitada para realizar aquello para lo que fue concebida” por “los abusos del hombre”.
En el mensaje publicado ayer en ocasión de la Jornada Mundial de Oración para el Cuidado de la Creación dijo lo siguiente: “Todo el cosmos y toda criatura gimen y anhelan ansiosamente que se supere la condición actual y se restablezca la originaria”.
Las criaturas de la naturaleza “han sido sometidas al yugo de la esclavitud”.
“Al igual que la humanidad, la creación —sin culpa alguna— está esclavizada y se encuentra incapacitada para realizar aquello para lo que fue concebida, es decir, para tener un sentido y una finalidad duraderos; está sujeta a la disolución y a la muerte, agravadas por el abuso humano de la naturaleza”.
Francisco señala la esperanza de que en el futuro sea “posible contemplar con esperanza el vínculo de solidaridad entre el ser humano y todas las demás criaturas”, pero puntualiza que para ellos es necesario eliminar “la arrogancia de quien quiere dominar a los demás y a la naturaleza”.
“Esperar y actuar con la creación significa, en primer lugar, aunar esfuerzos y, caminando junto con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, contribuir a pensar entre todos la cuestión del poder humano, cuál es su sentido, cuáles son sus límites”, señaló.
Esta nota Inspiración para la Iglesia apareció primero en Diario de Yucatán.