
23 JULIO 2025- INTERNACIONALES- Una nueva controversia sacude el panorama migratorio de Estados Unidos tras la difusión de cartas enviadas por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a inmigrantes en EE.UU., muchos de ellos menores de edad, instándolos a abandonar el país de manera inmediata. El contenido de las misivas, redactado con un tono tajante y directo, ha generado preocupación entre organizaciones defensoras de los derechos humanos. En las cartas, se señala sin rodeos que “el Gobierno Federal le encontrará” si no se marcha voluntariamente.
El hecho ha generado alarma, especialmente en comunidades de ciudades como Chicago, donde menores inmigrantes aseguran haber recibido los documentos. Una niña mexicana de 13 años declaró al Chicago Tribune tener miedo de que el ICE (Servicio de Control de Inmigración) la busque. Ella llegó hace siete meses escapando de la violencia en su país y buscando refugio en territorio estadounidense, pero ahora vive con temor a ser deportada. La política adoptada parece ignorar la condición de vulnerabilidad que enfrentan miles de niños y adolescentes migrantes.

El lenguaje de estas cartas no solo es alarmante, sino que ha sido interpretado por expertos legales como una estrategia de intimidación. Aunque el DHS afirma que se trata de una notificación formal sobre el fin del estatus de asilo, los términos empleados podrían causar efectos psicológicos devastadores en menores. Además, la misiva no ofrece alternativas claras o apoyo legal para que los destinatarios regularicen su situación, algo que ha sido duramente criticado por defensores de los derechos migrantes.
Conviene señalar que, en paralelo, diversas organizaciones civiles están ofreciendo asesoría legal gratuita a familias afectadas. Una de ellas es RAICES, que reportó un aumento del 45% en solicitudes de ayuda legal desde que comenzaron a circular estas cartas. También se han iniciado campañas comunitarias en escuelas y centros de salud para informar a los padres y niños sobre sus derechos, independientemente de su estatus migratorio. Sin embargo, muchos aún viven con miedo, sin saber si podrán seguir asistiendo a clases o acudir a hospitales sin ser detenidos.

La medida se enmarca en una línea política más amplia del expresidente Donald Trump, quien ha hecho de la política migratoria un eje central de su retórica. En sus discursos recientes, ha reforzado la idea de “tolerancia cero” hacia los inmigrantes irregulares, señalando que su objetivo es “limpiar el país de ilegales”. La reactivación de estas cartas recuerda políticas pasadas que separaron a niños de sus familias en la frontera y reaviva el debate sobre el tratamiento que reciben los más vulnerables bajo leyes migratorias estrictas.
Mientras tanto, expertos en derecho internacional advierten que estas acciones podrían violar convenios internacionales sobre la protección de la niñez. El Comité de los Derechos del Niño de la ONU ha señalado que la deportación de menores sin considerar su seguridad ni su situación familiar representa una forma de violencia institucional. Si bien Estados Unidos no ha ratificado todos los instrumentos internacionales en esta materia, su imagen ante la comunidad internacional podría verse afectada por este tipo de medidas.
