
Peritos del Servicio Médico Legal (SML) iniciaron este lunes una histórica excavación en busca de restos de detenidos desaparecidos en Cerro Chena, un cuartel militar de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-19) situado en el extrarradio de la capital chilena que hasta hace menos de dos años no era investigado.
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El lugar se abrió a primera hora de la mañana y los investigadores tardaron apenas una hora en trazar con hilo la primera cuadrícula arqueológica, un trozo de terreno señalado como prioritario en el que después comenzaron a excavar.
“Esta es la diligencia más importante de todas las que se han hecho. Estar en estos momentos excavando en el corazón del cuartel militar, que hasta hoy sigue activo, con la presencia de familiares, profesionales, peritos sobrevivientes y el tribunal completo, es un hecho histórico por el que hemos luchado durante años”, dijo la presidenta de la Corporación Memorial Cerro Chena, Mónica Monsalves.
La tarea es ardua: el suelo del Cuartel N°2 de Inteligencia es duro, pedregoso y extremadamente seco, los chuzos y palas penetran con dificultad y cada gramo de tierra removida debe ser examinado con suma meticulosidad, cada grano observado y palpado en su paso por el harnero para distinguir posibles restos óseos.
“Tenemos bien aterrizadas nuestras expectativas, lo que queremos es encontrar las huellas que quedaron de ellos. Lo importante es que hoy estamos obteniendo respuestas concretas, porque si no llegásemos a encontrar nada, al menos podremos descansar sabiendo que se hizo todo lo que se tenía que hacer en este lugar”, agregó Monsalves.
Además de los utensilios manuales, manipulados por arqueólogos y antropólogos que trabajan en la causa, la diligencia cuenta con una mini retro-excavadora que socava la superficie más compacta, todo parte de un numeroso equipo que solo en este paño destinará cerca de 100 horas esta semana para completar la búsqueda.

Posible cementerio clandestino
Después de que en febrero se examinaran distintos sitios de Cerro Chena con un georradar, dispositivo capaz de detectar anomalías a unos cuatro metros de profundidad, se determinaron cinco puntos prioritarios para realizar excavaciones en este posible “cementerio clandestino”, señalado como tal por numerosos testigos.
Cuatro de estas locaciones están alrededor de una antigua escuela rural que operó como centro de detención y torturas poco después del golpe de Augusto Pinochet en septiembre de 1973, una menoscabada estructura de unos 50 metros de largo en cuyo perímetro, de acuerdo a diversos testimonios, se realizaron fusilamientos y quema de cuerpos a fines de ese año.
“Esperamos terminar con esta zona posterior de la escuelita y al interior de una de las salas donde también se detectaron anomalías, además de un punto en el Parque Metropolitano y bajo los cimientos de una casa que operó como centro de detención”, comentó la magistrada a cargo del caso, Marianela Cifuentes.
Sin embargo, en principio solo se consideran dos semanas de excavaciones, por lo que, según detalló Cifuentes, “es probable que las diligencias complementarias deban realizarse durante el segundo semestre de este año”.

La doble desaparición en el cuartel
Cerca de una veintena de personas fueron vistas por última vez en las dependencias de Cerro Chena, y si bien las diligencias las motiva la querella por inhumación y exhumación ilegal del obrero agrícola Manuel Silva Carreño, todas están presentes en las ansias de verdad de los familiares.
“Puede ser que se encuentren restos, porque de aquí sacaron cuerpos para volver a ocultarlos y puede que algún rastro haya quedado”, señaló el sobreviviente de Chena Ricardo Klapp Santa Cruz, recordando la operación ‘Retiro de Televisores’, una maniobra de la dictadura para remover los cuerpos clandestinamente sepultados y entorpecer la búsqueda tras hallazgos de osamentas en 1978.
Poco a poco continúan las indagaciones en este promontorio ubicado a 25 kilómetros al sur de Santiago, terreno donde opera parte de la Sección de Inteligencia del Ejército y al que, gracias al empuje infatigable de familiares y amigos durante más de medio siglo, hoy entró un poco más de luz con miras a por fin saber dónde están.
Con información de EFE.
Es bueno que se estén haciendo estas excavaciones para encontrar a las personas desaparecidas. Es un paso importante para la verdad y la justicia. La memoria no debe olvidarse, y es fundamental que las familias tengan respuestas sobre lo que pasó con sus seres queridos.