
1 de Diciembre del 2025.- Con una mezcla única de fe religiosa y costumbres ancestrales, los habitantes del municipio de Lázaro Cárdenas dieron el banderazo oficial de salida a la esperada Feria de Kantunilkín, una celebración que se realiza anualmente en honor a la Virgen de la Inmaculada Concepción. Este evento marca el momento más importante del año para la comunidad, donde se reúnen familias enteras para participar en los rituales que definen su identidad, comenzando con el simbólico y respetado corte del árbol de la ceiba, considerado sagrado por la cultura local y pieza central de los festejos taurinos que están por venir.
El ritual de inicio de esta feria estuvo cargado de simbolismo y respeto hacia las creencias mayas, contando con la bendición especial de un sacerdote maya tradicional antes de proceder a derribar el árbol. La ceremonia se llevó a cabo ante la mirada atenta de los diputados encargados de la organización y las autoridades municipales, quienes presenciaron cómo la ceiba, una vez cortada, es trasladada primero a la iglesia para su bendición y posteriormente sembrada en el centro del ruedo de la Plaza de Toros, donde permanecerá durante todos los días que duren las corridas y actividades.
Tradiciones y cultura maya

El acto del corte fue encabezado por el presidente municipal, Josué Nivardo Mena Villanueva, quien tuvo el honor de dar el primer hachazo al tronco, marcando así el comienzo formal de las actividades de la Feria de Kantunilkín. Tras el primer golpe de la autoridad, otros miembros de la comunidad y asistentes se sumaron a la tarea hasta lograr cortar el árbol por completo, demostrando la unión y el trabajo en equipo que caracteriza a este pueblo cuando se trata de mantener vivas sus costumbres y heredarlas a las nuevas generaciones presentes en el lugar.
Una vez que el árbol cayó, se vivió uno de los momentos más emotivos de la jornada, pues la pesada ceiba fue cargada en hombros por los asistentes en un largo recorrido de aproximadamente cinco kilómetros bajo el sol. La procesión salió del terreno donde creció el árbol, pasó por la iglesia principal para cumplir con el aspecto religioso y finalmente llegó al Parque de Feria; todo este trayecto se realizó con gran ánimo, sudor y esfuerzo físico que los participantes ofrendan como parte de su devoción y compromiso con la Feria de Kantunilkín.
La comitiva que acompañó el recorrido fue numerosa y diversa, compuesta por el Presidente Municipal, regidores, diversos funcionarios públicos, los organizadores oficiales y, por supuesto, el pueblo en general. Todos convivieron en un ambiente de alegría y festividad, caminando al ritmo de la música tradicional de charanga que no dejó de sonar, animando a los cargadores y a las personas que salían de sus casas para ver pasar el imponente árbol que representa la conexión entre el cielo y la tierra para la cultura maya.
Durante el evento, el alcalde Nivardo Mena explicó la importancia de pedir permiso a la madre tierra para realizar la celebración, recordando que se conmemoran 166 años de la fundación de la cabecera municipal. Destacó que la ceiba es el árbol sagrado de los mayas y que estos rituales dentro de la Feria de Kantunilkín se hacen también con la intención de que les vaya bien en las cosechas, manteniendo así un equilibrio entre la diversión, la historia del pueblo y la gratitud hacia la naturaleza que les provee sustento.

Doce días de celebración
Las autoridades informaron que las festividades tendrán una duración total de 12 días a partir de esta fecha inaugural, ofreciendo una amplia variedad de eventos para locales y visitantes. Las actividades de este primer día concluyen por la noche con la tradicional vaquería y el baile de la jarana en la Plaza Central, donde las mujeres visten sus mejores ternos y los hombres sus guayaberas, llenando de color y zapateado la pista de baile, confirmando que la Feria de Kantunilkín es un tesoro cultural vivo en el estado de Quintana Roo.






