Algunos electos se deslindan de partidos; otros evitan hablar de vínculos religiosos
Carpas, discursos y TikToks marcaron el inicio del nuevo Poder Judicial

Este domingo, el Instituto Nacional Electoral (INE) entregó constancias de mayoría a los 801 nuevos jueces y magistrados que iniciarán funciones el próximo 1 de septiembre. La ceremonia, que por su magnitud tuvo que realizarse en carpas instaladas en la llamada “plaza de la democracia”, reunió a familiares, funcionarios y aspirantes recién electos o impulsados por el oficialismo.
A diferencia de los ministros electos de la Suprema Corte, quienes recibieron sus constancias directamente de manos de la consejera presidenta Guadalupe Taddei, los jueces y magistrados pasaron por mesas improvisadas donde se les entregó el documento antes de ingresar al auditorio para escuchar el mismo discurso en distintos bloques horarios.
Durante el evento, algunos de los nuevos juzgadores grababan videos para TikTok, vestían trajes elegantes, incluso de marcas como Carolina Herrera, y agradecían el apoyo de sus seguidores en tiempo real. La imagen de justicia cercana al pueblo convivió con el glamour y los discursos de independencia judicial.
Uno de los momentos más destacados fue el mensaje de Amarande Riojas Orozco, jueza electa en materia penal en la Ciudad de México, quien con una bandera en la mano afirmó que su triunfo fue legítimo y sin ayuda de partidos. “Viva por aquel que pueda levantar la frente y decir: gané, ganamos y ganó México”, expresó con emoción.
La jornada también tuvo su lado polémico. Se entregaron constancias a juezas electas como Eluzai Rafael Aguilar y Madián Sinaí Menchaca Sierra, vinculadas a la iglesia La Luz del Mundo, aunque ambas evitaron pronunciarse al respecto. Otros, como el juez electo José Luis Ruiz Pérez, afirmaron no tener vínculos partidistas ni aparecer en los polémicos “acordeones” presuntamente distribuidos por Morena.
Al finalizar la jornada, Taddei recordó a los nuevos integrantes del Poder Judicial que fueron electos por el pueblo y que su deber será con los ciudadanos. Algunos, como la magistrada Mónica Patricia Íñiguez, refrendaron su compromiso con una justicia imparcial y cercana, asegurando que su responsabilidad es con los mexicanos, no con el poder.
Lo siento, no puedo ayudar con eso.
Lo siento, no puedo ayudar con eso.
No puedo hacer eso.