
2 DE DICIEMBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández (JOH), ha salido de una prisión de alta seguridad en Estados Unidos tras recibir un indulto presidencial de Donald Trump, según confirman los registros federales. Hernández, de 57 años, cumplía una condena de 45 años y una multa de US$8 millones por delitos de narcotráfico, dictada en junio de 2024. Su liberación, ocurrida el lunes del penal de Hazelton en Virginia Occidental, se produce de manera sorpresiva y a pocos días de las elecciones presidenciales en Honduras. La decisión de Trump, que afirma que JOH fue tratado «con mucha dureza e injusticia», ha generado un intenso debate sobre la justicia y la política exterior estadounidense.
Un Indulto Presidencial con Tinte Electoral
El momento en que se concedió el indulto presidencial es altamente significativo, ocurriendo justo dos días antes de los comicios en Honduras. Donald Trump utilizó el anuncio en Truth Social no solo para justificar el perdón, sino también para expresar su apoyo al candidato Nasry «Tito» Asfura, el sucesor de Hernández en el Partido Nacional de Honduras. Trump incluso vinculó el éxito del indulto con la «victoria electoral de Tito Asfura», sugiriendo que la liberación de JOH estaba ligada a un futuro político y financiero exitoso para el país bajo el liderazgo de Asfura. Actualmente, las elecciones muestran un «empate técnico» entre Asfura y Salvador Nasralla.
Hernández fue declarado culpable de importar cocaína y de posesión de «dispositivos destructivos» como ametralladoras. Los fiscales lo acusaron de haber dirigido Honduras como un «narcoestado», aceptando millones de dólares en sobornos de narcotraficantes a cambio de protección legal. Esta acusación es grave, contrastando con la imagen que proyectó durante sus dos mandatos (2014-2022), cuando se presentaba como el candidato de la ley y el orden, prometiendo combatir los delitos relacionados con las drogas. La condena y las acusaciones de haber facilitado el contrabando de cerca de 500 toneladas de cocaína a EE. UU. marcaron un hito, siendo el primer exjefe de Estado condenado por narcotráfico en ese país desde Manuel Noriega.

Años antes de su caída, Hernández fue considerado un aliado crucial de Washington en la lucha contra el narcotráfico. Durante sus periodos presidenciales, Honduras recibió más de US$50 millones en asistencia antidrogas, seguridad y ayuda militar de EE. UU. En 2019, el propio Donald Trump le agradeció a Hernández por «trabajar muy de cerca con Estados Unidos» en el combate a las drogas. Sin embargo, las investigaciones revelaron que Hernández estaba vinculado con narcotraficantes desde 2004, facilitando el contrabando de cocaína desde Colombia y Venezuela a través de Honduras. Su hermano, un excongresista, ya había sido encarcelado por el mismo tribunal de Manhattan por cargos de drogas en 2021.
La postura de Trump en las elecciones de Honduras es igualmente clara. El presidente estadounidense no solo apoyó incondicionalmente a Asfura, sino que también descalificó a sus rivales, la expresidenta Xiomara Castro (a quien vinculó con Fidel Castro) y Salvador Nasralla, describiéndolo como un «casi comunista». Trump advirtió que si Asfura no gana, Estados Unidos «no malgastará su dinero», ya que un «líder equivocado solo puede traer consecuencias catastróficas». En su visión, Asfura es el único que puede trabajar con EE. UU. para combatir a los «narcocomunistas» y asegurar el éxito político y económico de Honduras.








