28 DE OCTUBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. La esfera política peruana se ha visto sacudida por un escándalo de conducta inapropiada que involucra a la congresista Lucinda Vásquez. El dominical ‘Cuarto Poder’ de América Televisión reveló una fotografía que ha desatado una ola de indignación nacional. En la imagen, se ve claramente a uno de sus asesores, identificado como Edwars Rengifo Pezo, cortándole las uñas de los pies a la legisladora en su propia oficina del Congreso. La foto, tomada el 6 de noviembre de 2024, ha provocado un debate sobre el uso de recursos públicos y el trato a los trabajadores parlamentarios, con una conducta totalmente ajena a la función pública.
Este tipo de actos es catalogado como una falta de respeto grave, pues se considera que es una conducta humillante para los empleados. La reacción de otros congresistas no se hizo esperar. Fernando Rospigliosi, primer vicepresidente encargado de la Presidencia del Parlamento, fue categórico al afirmar: «Es repudiable lo que ha ocurrido». Rospigliosi enfatizó que la conducta de la congresista es inaceptable, ya que «es una humillación para trabajadores del Congreso ser empleados en ese tipo de menesteres, que no son propios de su función».
La Conducta Extralimitada en el Despacho
La conducta de la congresista Vásquez fue expuesta con total claridad por el reportaje, que la abordó directamente para pedirle explicaciones, pero ella prefirió evadir las preguntas del reportero. Sin embargo, las imágenes hablan por sí solas. El hecho de que un asesor, cuyo sueldo y rol están destinados a tareas legislativas y políticas, esté realizando servicios personales y estéticos en una oficina que debe ser un centro de trabajo público, constituye un claro abuso de autoridad y un acto de conducta contraria a la ética.
La gravedad del asunto ha llevado a que se exija una acción inmediata. Desde la sede del Congreso en Lima, Rospigliosi exhortó públicamente a la Comisión de Ética Parlamentaria a intervenir en el caso sin dilación. «Tiene que ser sancionada», sostuvo, reflejando el sentir general de que esta conducta no puede quedar impune. Este escándalo no solo afecta la imagen de la congresista Vásquez, sino que también ensombrece la percepción pública del Parlamento en su conjunto, ya a menudo cuestionado.
El Patrón de Conducta de Abuso de Posición
Por si fuera poco, el dominical develó que el caso del asesor que hacía de pedicurista no es un hecho aislado en el entorno de Vásquez. El programa presentó fotografías que muestran otro patrón de conducta similar con otro miembro de su equipo. Se trata de Willer Sajami, otro de sus asesores, que fue captado a inicios de 2023 preparándole el desayuno en la casa de la congresista, ubicada en la capital peruana. Este tipo de servicios personales confirma un patrón preocupante en la conducta laboral dentro de su despacho.
Este conjunto de revelaciones indica una extralimitación constante en el uso del personal asignado a su despacho, desviando fondos y tiempo público para beneficio privado. Tanto el corte de uñas como la preparación de alimentos son conductas totalmente ajenas a las responsabilidades de un asesor parlamentario. La Comisión de Ética tendrá que evaluar seriamente si estos actos constituyen una violación grave al Código de Ética del Congreso, que exige a los funcionarios un comportamiento ejemplar en el manejo de los recursos y el personal público.
Las Normas de Conducta Ética Parlamentaria
Es importante destacar que la conducta revelada por ‘Cuarto Poder’ va directamente en contra de los principios de probidad y austeridad que rigen el trabajo en el Congreso peruano. La Ley que regula el trabajo parlamentario en Perú establece claramente que el personal contratado por el Congreso, incluyendo a los asesores, debe dedicarse exclusivamente a las funciones inherentes a su cargo, que son de apoyo técnico y administrativo a la labor legislativa. Usar a un asesor para fines personales, como cortarle las uñas o prepararle la comida, es considerado un delito de abuso de posición y desvío de recursos públicos. La sanción por este tipo de conducta podría ir desde una amonestación pública hasta la suspensión temporal del cargo de congresista.
<
