28 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL-A pocas horas de las elecciones parlamentarias anticipadas en Países Bajos, los votantes muestran una gran incertidumbre sobre su decisión final. Las encuestas reflejan que los cuatro principales partidos mantienen una competencia muy reñida, y muchos ciudadanos continúan evaluando sus opciones hasta el último momento, buscando que su voto genere un cambio positivo en la sociedad, especialmente frente a problemas como la crisis de la vivienda.
El ultraderechista Geert Wilders, líder del partido PVV, busca repetir su victoria de 2023, dos años después de haber ganado con fuerza. Wilders, cuyo partido lideró la coalición cuatripartita saliente, provocó la caída del gobierno anterior al retirar a sus ministros en junio, lo que desencadenó las cuartas elecciones generales en una década. Su decisión ha generado desconfianza entre otros partidos mayoritarios, que han descartado colaborar con él en un nuevo gobierno.
Aunque las encuestas colocan al PVV en camino de ser el bloque más grande en la Cámara de Representantes, los partidos de centro-izquierda, como el GL-PvdA y el D66, han reducido distancias. Ipsos I&O estima que estos partidos podrían obtener hasta 23 escaños cada uno, mientras que los democristianos (CDA) y los conservadores del VVD se ubican cerca con 19 y 17 escaños, respectivamente.
La situación refleja un escenario político fragmentado y altamente competitivo, en el que ninguna formación parece tener garantizado un resultado claro. La imprevisibilidad del voto aumenta debido a que un gran porcentaje de ciudadanos sigue indeciso: según el sondeo EenVandaag, el 35% de los votantes aún no ha tomado una decisión, mientras que Ipsos I&O señala que un 26% permanece sin definirse.
Los votantes que buscan un cambio se muestran especialmente atentos a las promesas de políticas de vivienda y reformas sociales. Algunos ciudadanos afirman que podrían apoyar por primera vez a un partido diferente, buscando un gobierno con una orientación política distinta y mayor capacidad de acción frente a los desafíos actuales del país.
Políticos destacan que la alta volatilidad electoral neerlandesa refleja un cambio en la cultura política del país, donde los votantes son cada vez más críticos y menos fieles a un partido, priorizando soluciones concretas a problemas cotidianos. Esta tendencia podría afectar la formación de futuras coaliciones, obligando a acuerdos más flexibles y pragmáticos.
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