
16 DE DICIEMBRE DEL 2025 – NACIONAL. Guadalajara marcó un hito en su sistema de movilidad este lunes con la apertura al público de la Línea 4 (L4) del tren ligero, un nuevo eje de transporte que busca aliviar la congestión en la zona metropolitana. A lo largo de sus 21 kilómetros de extensión, la L4 conectará el centro de Tlajomulco con la colonia Las Juntas, en Tlaquepaque, con una capacidad estimada para movilizar a 106 mil usuarios diariamente. Sin embargo, la inauguración se ha visto empañada por la polémica, ya que el tren ligero inicia operaciones con importantes obras de infraestructura pendientes, lo que genera preocupaciones entre ciudadanos y colectivos.
El nuevo recorrido del tren ligero está diseñado para completarse en 38 minutos, con una frecuencia de trenes cada nueve minutos, facilitando el traslado diario de miles de personas. Para incentivar su uso, el servicio será gratuito hasta el 31 de diciembre, operando en un horario de 6:00 a 21:00 horas. Este período de gratuidad busca familiarizar a los usuarios con la nueva ruta, que utiliza un trazo completamente independiente a las líneas ya existentes.
El costo de la L4, según cifras oficiales, se disparó hasta los 20 mil millones de pesos, una cantidad que supera más del doble del presupuesto inicial de 9 mil 725 millones de pesos. Este ambicioso proyecto fue financiado con aportaciones de los gobiernos federal y estatal, e incluye una asociación público-privada crucial. El consorcio trasnacional Mota-Engil operará y dará mantenimiento al tren ligero durante 36 años, a cambio de pagos que deberá cubrir el gobierno estatal a lo largo de este extenso período.
El Riesgo de las Obras Pendientes y la Desconexión
El arranque de la nueva Línea 4 del Tren Ligero se produce en medio de severos cuestionamientos. Peatones y automovilistas han expresado su preocupación y señalan el riesgo de iniciar la operación con la obra incompleta. Faltan por concluir al menos cuatro puentes peatonales esenciales para la seguridad de los transeúntes, dos nodos viales clave para la fluidez vehicular, y la señalización adecuada en diversos cruces. Esta situación genera un peligro latente y ha provocado manifestaciones en contra de la decisión de adelantar la apertura sin cumplir con todas las medidas de seguridad.

Otro punto de crítica importante al nuevo tren ligero es la falta de interconexión con el resto del sistema. La L4 no cruza con ninguna de las otras tres líneas del tren que ya dan servicio en el área metropolitana de Guadalajara, las cuales sí se encuentran interconectadas entre sí. Esta desconexión obliga a los usuarios a utilizar otros medios de transporte para completar su viaje hacia el centro de la ciudad o para enlazar con las líneas existentes, limitando la eficiencia y la funcionalidad del sistema de transporte masivo como una red integrada.
El gobernador emecista Pablo Lemus, durante el banderazo de salida, defendió la iniciativa, anunciando que los trabajos de transformación del transporte público continuarán en 2026. «El transporte público quiero que sea el principal legado durante mi gobierno», declaró el mandatario. Sin embargo, su discurso omitió mencionar las críticas ciudadanas respecto a la prometida Línea 5, que conectaría el aeropuerto con el centro de Guadalajara, la cual ha sido modificada: no será de trenes, sino de camiones de alta capacidad en carriles confinados (Mi Macro), generando descontento en colectivos y ciudadanos que esperaban un servicio de tren ligero completo.
La Tecnología del Tren-Tram y el Rol del Consorcio






