El iceberg más grande del mundo, además del más antiguo, nuevamente se encuentra en movimiento después de meses girando en el mismo lugar, indicaron científicos del British Antartic Survey (BAS).
Nombrado A23a, el icerberg encontraba en un vórtice oceánico, lo que lo mantenía atrapado cerca de las Islas Orcadas del Sur, en un archipiélago de la Antártida.
A23a, de un peso estimado de casi un billón de toneladas y una superficie de tres mil 600 kilómetros cuadrados – cinco veces la superficie de Nueva York – ha sido vigilado y rastreado exhaustivamente desde la primera vez que se desprendió de la plataforma de hielo Flichner-Ronne en 1986.
Se desprende de la Antártida el iceberg más grande del mundo
Científicos dieron a conocer el avance de A23a después de lograr “liberarse” de un vórtice oceánico en el que quedó atrapado meses atrás.
Este iceberg estuvo encallado en el mar de Weddell de la Antártida durante 30 años, hasta que encogió lo suficiente para salir del fondo marino.
Después de esto fue arrastrado por las corrientes oceánicas hasta quedar atrapado nuevamente en una columna de Taylor, como se conoce a un vórtice giratorio de agua causado por corrientes oceánicas que chocan con una montaña submarina.
Ahora que se liberó, se prevé que continuará a la deriva a lo largo de las corrientes oceánicas hacia aguas más cálidas y la remota isla de Georgia del Sur, donde probablemente se romperá y eventualmente se derretirá, explicó el comunicado de BAS.
Los científicos consideran que el desprendimiento de A23a probablemente se debe al ciclo natural de crecimiento de la plataforma de hielo y no contribuirá al aumento del nivel del mar.
Sin embargo, el cambio climático está llevando a alteraciones en la región antártica que tendrán consecuencias potencialmente devastadoras para el aumento global del nivel del mar.
Estudian A23a, iceberg más antiguo y grande del mundo
A23a ha ostentado el título de “iceberg más grande actual” en varias ocasiones desde 1980.
Las formaciones incluidos A68 en 2017 y A76 en 2021 hicieron que pierda el título, pero lo recuperó ya que estos tuvieron periodos de vida más cortos.
Durante años los científicos han estudiado su erosión y como el hielo marino puede influir en los ciclos oceánicos globales de carbono y nutrientes.
“Sabemos que estos gigantescos icebergs pueden proporcionar nutrientes a las aguas por las que pasan, creando ecosistemas prósperos en áreas que de otro modo serían menos productivas”, dijo Laura Taylor, biogeoquímica que recolectó muestras del agua alrededor del iceberg.
“Lo que no sabemos es qué diferencia pueden hacer los icebergs particulares, su escala y sus orígenes en ese proceso”, explicó en BAS.
“Tomamos muestras de las aguas superficiales del océano detrás, inmediatamente adyacentes y delante de la ruta del iceberg”.
Esto “deberían ayudarnos a determinar qué vida podría formarse alrededor de A23a y cómo impacta el carbono en el océano y su equilibrio con la atmósfera”, agregó.
Con información de CNN.