PJ Harvey es una de esas fuerzas creativas que se presencian muy de vez en cuando y solo podemos disfrutar que no se detenga, e intentar descifrar su obra. Exploradora de varios ámbitos artísticos, como la poesía (ha publicado dos libros) y el teatro (la adaptación de All About Eve), Polly Jean lanza hoy su décimo disco de estudio, I Inside the Old Year Dying.
Para esta entrega, una vez más colabora con John Parish y Flood en producción, y en doce canciones, PJ Harvey nos invita a su mundo de reinvenciones una vez más. En un disco profundamente local (con mucha inspiración en el condado de Dorset) la icónica artista inglesa se dedica a intrigarnos usando el dialecto de Dorset, con doble intención a veces, y cambiando los ritmos y direcciones a lo largo de esta entrega.
Una reinvención de PJ Harvey absolutamente poética
PJ Harvey lanzó el año pasado Orlam, un libro que cuenta la travesía de una niña de nueve años, y en un estado mental completamente poético, trabajó este disco como una extensión de su libro.
Esto se hace presente en todo I Inside the Old Year Dying, con un vocabulario, personajes y referencias que lo hacen un complemento de la obra poética de PJ Harvey, pero que a la vez nos hace ver un poco de ese mundo, sin leer Orlam necesariamente.
Su antecesor, The Hope Six Demolition Project (2016) continuó con algunos elementos que hasta ese momento habían caracterizado a PJ Harvey, como las percusiones bien marcadas que parecen liderar marchas, guitarras distorsionadas, y su protagónica voz, ya sea narrando una escena, o denunciando directamente lo que ocurre en su realidad circundante.
Esto predominó en discos como Stories From The City, Stories From The Sea (2000), pero ahora, este disco se sale completamente de todo lo que conocemos de PJ Harvey. Y nos fascina. Desconocemos cómo vino este disco a su mente, pero el origen y desarrollo es distinto a lo que existe hasta este momento de la artista inglesa.
Uno de los elementos que innovan y le dan atmósferas propias a este disco de PJ Harvey, es la participación de Adam “Cecil” Bartlett, quién se encargó de grabar e incorporar grabaciones del campo en el álbum. Esto se escucha claramente en algunas canciones, que tienen sonidos de ovejas o moscas, pero abre la discusión en otras canciones, en las que no estás seguro si estás escuchando un instrumento o simplemente el viento de Dorset.
Como una artista en plenitud, también le habíamos conocido momentos más relajados e íntimos a Polly Jean, como la rara pero bella “England”, o la ecléctica “You Come Through”, una balada con cuerdas que siguen su voz, atrapada entre instrumentos de percusión que parecen situarnos en un cuarto de espejos. Aunque notamos esos sonidos en este disco, su décimo disco rompe toda construcción mental sobre PJ Harvey.
PJ Harvey es una artista comprometida con su propio mundo
Quizás nos encontremos ante el disco menos intenso de PJ Harvey, en el que apaga las distorsiones de guitarras y prioriza los espacios, su voz y los instrumentos acústicos. Hasta la cerradora “A Noiseless Noise”, notamos que acelera un poco el ritmo y hay intentos de distorsión, pero es en un menor grado a lo que le habíamos conocido.
Desde “Prayer at the gate”, PJ Harvey nos presenta una melodía aguda que se repite a lo largo de la canción, en una atmósfera muy sobria que sigue una narración sobre la vida y la muerte.
“Lwonesome Tonight” es un típico folk con su voz alcanzando agudos ligeros. La clásica percusión sobria pero persistente hace de esta una canción clásica de PJ Harvey, quien incorpora dialecto de Dorset en esta rola que al menos tiene dos referencias a Elvis Presley. Escuchamos esta canción sucediendo en una puesta en escena, con la artista como protagonista.
No es ningún secreto que desde niña, PJ Harvey admiraba a Elvis, y en Orlham y este nuevo disco, ella homenajea al cantante, pero también nos deja ver todo lo que significa para su desarrollo, desde niña y hasta ahora.
La calidad de PJ Harvey se mantiene y mejora
La elegancia minimalista pero extremadamente hipnótica de PJ Harvey nos hace escuchar más allá de la novela de su novela, y reconocer que la composición, ejecución y producción de las canciones, están en otro nivel. El equilibrio en “Lwonesome Tonight” es admirable, quizás destacando la impecable voz de la artista, quien también es una maestra en melodías en este disco.
“All Souls” es una marcha fúnebre que pareciera marcar un interludio en el disco, y la intención de PJ de transmitir sentimientos muy particulares funciona y se refleja en esta canción. Jugando con elementos distintos a lo acústico, PJ usa teclados sintéticos que cambian bastante la dinámica del disco. Sabemos que solo necesita su voz para conmovernos, pero en esta ocasión, el instrumento que acompaña eleva su voz en una de las canciones más austeras del disco.
Quizás “A Noiseless Noise” es la canción más violenta del disco, y no es casualidad que sea la cerradora, ya que de esta manera el disco termina con un ritmo más acelerado, que rompe con lo presentado hasta ese momento. Un cambio más que nos mantiene atentos a lo que sigue en este disco de PJ Harvey, y hasta eso nos hace pensar en leer Orlham.
PJ Harvey nos entrega uno de los discos con más mensajes de su carrera
En uno de los lanzamientos con más mensajes de fondo, PJ Harvey logra que el disco no se sienta una pieza accesoria de Orlham, sino que subsista por méritos propios, y aunque está cargado de imágenes y eventos de su nuevo libro, creemos que las canciones nuevas que presenta son profundas pero digeribles, aún sin el contexto completo.
Destaca una vez más su voz, en la abridora y “A Child’s Question, August”, entre otras, además del a veces espeluznante trabajo con las grabaciones ambientales en el campo de Dorset. No es común escuchar animales o al viento en un disco, y con el folk particular de PJ Harvey, la combinación es simplemente un deleite.
Con distintas versiones, mercancía oficial e incluso la letra de “Lwonesome Tonight” firmada que pueden conseguir en su sitio oficial, PJ Harvey celebra la salida de su décimo disco de estudio, una maravilla de producción que nos permite ver muy de cerca la mente creativa de una genia moderna.
Hacia el otoño, PJ Harvey tiene una breve gira en Europa, y se ve difícil que se dé una vuelta por México, pero no perdemos la esperanza de que venga a presentar su nuevo álbum en un show que seguramente tendría muchos elementos teatrales y dramáticos, con este lanzamiento que contiene esos elementos.