
14 de Noviembre del 2025.- Los hutíes de Yemen han hecho públicas este jueves una serie de grabaciones que, según afirman, son las confesiones de varios espías detenidos. En estos videos, los individuos describen lo que sería la estructura interna y las funciones operativas de una compleja célula de espionaje. Esta red, según las acusaciones, estaría directamente vinculada a los servicios de inteligencia de tres países: Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita, lo que añade un nuevo nivel de tensión al conflicto en la región.
El material divulgado por las fuerzas hutíes sugiere que esta red de espionaje no era un grupo improvisado, sino que estaba organizada bajo una jerarquía multinacional. Esta estructura combinaba la participación de oficiales de inteligencia extranjeros con el uso de reclutas locales. A cada miembro se le asignaban tareas muy específicas dentro de un amplio esquema secreto, que incluía la vigilancia, la recolección de datos sensibles y la coordinación operativa en territorio yemení.
El organigrama de la célula de espionaje
El supuesto organigrama de la red de espionaje, presentado en el material, detalla que la cadena de mando se iniciaba en el nivel más alto. Las órdenes, según esta versión, provenían de una sala de operaciones conjuntas operada por las agencias de inteligencia «estadounidense, israelí y saudí». En este centro de comando participarían oficiales de inteligencia extranjeros, operadores especializados y se menciona a tres oficiales saudíes encargados de ser los enlaces directos con los espías en el terreno y gestionar los nuevos reclutamientos.
Dentro de esta estructura, las confesiones apuntan a una figura principal: Ali Qasim Ahmed al Bakali. Este individuo es considerado como el elemento clave de la célula de espionaje y, según los informes, actualmente se desempeña como asesor del llamado ‘Ministerio de Cultura’ para mercenarios. La investigación hutí sostiene que la misión principal de Al Bakali era «reclutar y operar espías«, con el fin de monitorear y recopilar información siguiendo instrucciones directas de la sala de operaciones conjuntas.
Confesiones detalladas de los espías
Entre los videos difundidos, destaca la confesión de uno de los detenidos, identificado como Ali Ali Ahmed, de 40 años. Este individuo ofreció detalles específicos sobre cómo fue su proceso de reclutamiento y el entrenamiento que recibió para unirse a la red de espionaje. Afirmó que, como parte de su preparación, fue enviado a Arabia Saudita en agosto de 2024, un viaje que tenía como único propósito su capacitación en labores de inteligencia y recolección de información.
Durante su estancia en Arabia Saudita, Ahmed declaró que recibió una capacitación intensiva que duró 14 días. Afirmó que sus instructores fueron «oficiales saudíes», quienes le enseñaron a utilizar los sistemas necesarios. Específicamente, fue entrenado para cargar la información sensible que recopilara directamente en la plataforma de la sala de inteligencia conjunta, garantizando un flujo de datos rápido y secreto para sus manejadores extranjeros.








