15 DE JULIO-Los hutíes de Yemen aseguraron haber ejecutado un ataque aéreo con tres drones contra objetivos clave en Israel, en lo que describen como una operación “doble y simultánea”. De acuerdo con un comunicado del general de brigada Yahya Saree, vocero de las Fuerzas Armadas yemeníes, dos de los drones fueron dirigidos contra “un importante blanco militar del enemigo sionista” en la región del Negev, mientras el tercero fue lanzado hacia un puerto israelí, aunque sin dar más detalles sobre los daños provocados.
Este nuevo episodio se suma a una cadena de ataques no convencionales que el grupo hutí ha venido realizando en los últimos meses, ampliando su rango de operación mucho más allá de Yemen. Aunque Israel no ha emitido un comunicado oficial confirmando los daños o las defensas activadas, el simple hecho de que los drones hayan alcanzado su objetivo representa un desafío significativo para la seguridad aérea del país. El uso de vehículos aéreos no tripulados por parte de grupos insurgentes sigue representando una amenaza creciente en la región.
El Negev, en el sur de Israel, alberga instalaciones militares estratégicas, por lo que cualquier intento de ataque en esa zona enciende alertas máximas en Tel Aviv. La afirmación hutí de haber impactado un blanco militar en dicha región podría tensar aún más la ya delicada situación de seguridad en Medio Oriente. Cabe recordar que este tipo de ataques también suelen tener una carga simbólica importante, en el intento de los hutíes por posicionarse como actores influyentes dentro de la resistencia regional.
Además del blanco militar, el ataque al puerto israelí podría tener repercusiones económicas si se confirma que interrumpió temporalmente operaciones de comercio o transporte marítimo. Israel depende en gran medida de sus puertos para importaciones y exportaciones, por lo que este tipo de incidentes pueden provocar no solo temor, sino también consecuencias en el flujo económico del país.
Este tipo de acciones armadas no pueden verse de manera aislada. Diversos analistas consideran que los hutíes actúan como parte de una estrategia más amplia apoyada por Irán, cuyo respaldo logístico y militar permite a los insurgentes realizar operaciones más sofisticadas. El ataque contra Israel se enmarca en una escalada regional donde el conflicto en Gaza, las tensiones en el Líbano y las operaciones hutíes desde Yemen, están cada vez más conectadas. Esta guerra “por delegación” deja en evidencia que los conflictos actuales en Medio Oriente ya no se libran solo en fronteras terrestres, sino también en el aire y en las narrativas internacionales.
