La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha reafirmado el compromiso de su gobierno con los principios del humanismo mexicano. En un discurso reciente, la mandataria destacó que esta filosofía política no solo busca la consolidación de la soberanía, la democracia y las libertades en el país, sino que también sienta las bases para una relación distinta entre el Estado y la ciudadanía. Su mensaje subraya una visión de gobierno que privilegia el bienestar del pueblo por encima de cualquier otro interés.
Sheinbaum aseguró que, bajo su administración, en México no se reprime ni se utiliza la fuerza del Estado en contra de la ciudadanía. Esta afirmación se enmarca en un contexto de cambio en la política de seguridad y de derechos humanos del país, donde se busca evitar los conflictos y privilegiar el diálogo. La presidenta subrayó que la relación entre el gobierno y la población se basa en la confianza y el respeto, y no en la coerción, lo que marca una clara diferencia con administraciones anteriores.
La mandataria también hizo hincapié en la plena libertad de expresión que, según ella, se vive en México, asegurando que es la más amplia de toda la historia. Esta libertad, afirmó, se garantiza en un entorno donde no existe la censura y donde todos los medios y las voces pueden expresarse sin temor a represalias. Sheinbaum destacó que la democracia se fortalece cuando las autoridades son elegidas directamente por el pueblo, lo que dota de legitimidad a su gobierno.
En una muestra de su cercanía con la gente, la presidenta declaró que camina sin miedo y con total cercanía por todo el país. Esta frase es un reflejo de su estilo de gobernar, que busca el contacto directo con la ciudadanía para escuchar sus necesidades y preocupaciones. Esta proximidad con el pueblo es un pilar fundamental del humanismo mexicano que impulsa su administración, pues considera que el gobierno debe ser un reflejo de las aspiraciones y demandas de la sociedad.
El discurso de Sheinbaum culminó con la contundente aseveración de que la Cuarta Transformación no solo sigue en pie, sino que se profundiza y se arraiga con más fuerza que nunca en el pueblo. La presidenta dejó claro que su proyecto de nación es una evolución del anterior, que busca consolidar los logros alcanzados y expandir su alcance a todos los rincones del país. Para Sheinbaum, la transformación avanza, y su consolidación se refleja en el bienestar y la dignidad de las personas.
