The Weather Station, el proyecto liderado por la cantautora canadiense Tamara Lindeman, regresa con Humanhood, un álbum que se adentra en las complejidades de la existencia humana con una profundidad lírica y una belleza sonora cautivadoras.
The Weather Station es el proyecto musical de la cantautora canadiense Tamara Lindeman, también conocida como Tamara Hope. Originaria de Toronto, Tamara comenzó su carrera en solitario a mediados de la década de 2000, explorando un sonido folk íntimo con guitarra acústica y su voz suave pero poderosa. Tamara también tiene una carrera como actriz, lo que tiene bastante sentido con el sonido teatral e inmenso de su proyecto.
A lo largo de los años, y con la incorporación de una banda completa, The Weather Station ha evolucionado hacia un sonido más expansivo y experimental, partiendo del folk de All of It Was Mine (2011) para ir incorporando elementos de jazz, chamber pop y art rock.
Si eres fan de Joni Mitchell, Sufjan Stevens, Fleet Foxes y hasta Big Thief, no puedes perderte Humanhood, y de paso entrarle a la discografía de esta bandota.
The Weather Station es congruente con su sonido, incorporando más elementos en este disco
Tamara Hope parece la directora de una orquesta moderna e interminable
La constante en The Weather Station siempre ha sido la profunda lírica reflexiva de Tamara y su capacidad para crear atmósferas inmensas a base de muchos instrumentos. A pesar de leves cambios desde el folk más puro en sus inicios, este disco marca una ampliación fascinante de lo que The Weather Station es capaz.
Con breves incursiones digitales, como “Passage” y la base de “Irreversible Damage”, The Weather Station nos deleita con la suma de cuerdas y metales. Es alucinante lo que escuchamos en “Irreversible Damage”, sobre cuestionamientos hablados de Tamara sobre la condición humana.
De nuevo, no escatimó en la cantidad de instrumentos a incorporar en su álbum, pero se siente una novedosa fuerza en la manera en la que la banda toca, distinto al control extremo en su excelente Ignorance (2021).
El disco es resultado de la improvisación en el Canterbury Music Hall, con algunos extractos tomados para formar el disco. Se escucha la ejecución en vivo, como un desafío entre ellos al acelerarse y transmitir emoción en sus instrumentos.
En rolas como “Mirror” y “Window”, tenemos un jazz fragmentado y de forma libre, que suena fresco para la banda. La presencia de los instrumentos de viento es un gran acierto, con flautas y clarinetes vertiginosos en canciones aceleradas.
“Mirror” recuerda a Fiona Apple, una desafiante de los géneros y los estereotipos en los que a veces se pretende encasillar algún sonido que va más allá de los géneros predefinidos. Es bellísimo escuchar la dedicación de Tamara en este tipo de rolas, que incorporan muchos elementos y están mezclados de forma admirable.
Las confesiones de Tamara son conmovedoras y bastante potentes
Este disco plantea muchas preguntas, con la poesía particular de Tamara sobre sueños, pesadillas, ansiedades y la fascinación por la condición humana que reflejan perfectamente sus letras en “Loneliness” y en “Humanhood”.
Aún con momentos acelerados, The Weather Station encuentra el equilibrio hacia el final del disco, con rolas sensibles pero intensas, como “Lonely” y “Seing”, que se encuentran con uno de los interludios que hacen que el disco tenga una gran dinámica.
Humanhood es un disco contemplativo, al que hay que entrarle bajo advertencia de que se tocan temas difíciles, como la pérdida, el dolor y la alienación, pero siempre con sensibilidad y honestidad que buscan conmover.
Este álbum excepcional se perfila temprano en el año como uno de los discos que se colarán en los conteos de lo mejor del año, por su inmensa sonoridad, la forma en la que se hizo y la riqueza en la inclusión de muchísimos instrumentos.
The Weather Station está de gira por Europa, y pronto se dirigirán a Estados Unidos. Sería un lujo tenerlos en nuestro país, pero hay que esperar más noticias. Pueden conseguir la edición física de Humanhood por acá.