
09 de Octubre del 2025.- La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) ha asestado un nuevo golpe a la estructura del Cártel de Tláhuac con la vinculación a proceso de Liliana “N”, conocida como “La Voz”. Esta mujer no es una integrante cualquiera, sino la hija de Felipe de Jesús “N”, alias “El Ojos”, el abatido fundador de la organización. Se le acusa formalmente por su probable participación en el delito de asociación delictuosa, continuando así con una historia familiar ligada al crimen que su padre inició en los años noventa como colaborador de “Los Caletri”, una de las bandas de secuestradores más violentas que operaron en el país.
El arresto de Liliana “N” se llevó a cabo el pasado 3 de octubre en Cuautla, Morelos, como resultado de una meticulosa operación conjunta entre la Policía de Investigación de la CDMX y la Fiscalía de ese estado. Inmediatamente después de su captura, fue trasladada a la Ciudad de México para ser ingresada en el Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla, donde actualmente permanece. Su detención representa un paso más en la ofensiva de las autoridades para desmantelar por completo el legado criminal que “El Ojos” construyó y que su familia intentó mantener activo.

Golpe a la Estructura Familiar del Clan
La vinculación a proceso de Liliana “N” no es un hecho aislado, sino la culminación de una estrategia enfocada en desarticular el núcleo familiar que operaba como el corazón del cártel. Esta acción se suma a la detención y posterior vinculación de su madre, María “N”, y su hermana, Samantha “N”, quienes fueron aprehendidas el 7 de septiembre en Pachuca, Hidalgo. Ambas enfrentan el mismo cargo de asociación delictuosa, lo que evidencia un patrón en el que la familia directa de “El Ojos” presuntamente asumió roles clave para dar continuidad a las operaciones ilícitas tras la muerte del líder.
Durante la audiencia inicial, un juez de control determinó que las pruebas presentadas por el Ministerio Público eran lo suficientemente sólidas para iniciar un proceso penal en contra de Liliana “N”. Por ello, se ratificó la medida cautelar de prisión preventiva justificada y se estableció un plazo de dos meses para que la defensa y la fiscalía concluyan la investigación complementaria. La FGJCDMX ha subrayado que la desarticulación de esta herencia delictiva es prioritaria para garantizar la seguridad y la tranquilidad de los habitantes de la capital del país.

La Fragmentación y Lucha por el Poder Tras la Caída del Líder
La muerte de “El Ojos” en 2017 no significó el fin del Cártel de Tláhuac, sino el inicio de una violenta fragmentación y una encarnizada lucha por el control. El vacío de poder que dejó fue disputado por sus familiares directos, lugartenientes y grupos rivales. Tras el abatimiento de su sobrino, Ricardo Ferro Pérez “El Richi”, la organización se dividió en células más pequeñas pero igualmente violentas. Una de ellas, presuntamente liderada por Liliana “N”, intentó mantener el control de parte del territorio, mientras otros grupos como “Los Rodolfos” y “Los Tanzanios” aprovecharon la debilidad para expandir su influencia en Tláhuac, Xochimilco e Iztapalapa, desatando una ola de violencia por el control de la venta de drogas y la extorsión.