
24 JULIO 2025- INTERNACIONAL- La creciente hambruna en Gaza no solo está golpeando a su población civil, sino que también afecta gravemente a quienes informan desde el terreno. Cuatro de los medios más reconocidos del mundo —AP, AFP, Reuters y la BBC— emitieron un comunicado conjunto exigiendo a Israel que permita el libre tránsito de periodistas dentro y fuera de la Franja de Gaza. El mensaje, cargado de preocupación, subraya que los reporteros freelance están viviendo las mismas condiciones extremas que aquellos sobre quienes reportan.
El comunicado denuncia que muchos de estos trabajadores no tienen acceso regular a comida ni a agua, poniendo en peligro no solo su integridad física, sino también la continuidad de la cobertura informativa en la región. La declaración resalta que durante meses estos periodistas han sido los “ojos y oídos del mundo” y ahora se enfrentan al riesgo de morir de hambre. Para estas agencias, el cerco impuesto sobre Gaza debe flexibilizarse al menos para labores de prensa, pues mantener informada a la comunidad internacional es también una cuestión humanitaria.

ONGs y agencias alertan sobre colapso humanitario
A la denuncia se han sumado más de 100 organizaciones humanitarias, que advierten que incluso su propio personal en Gaza está visiblemente afectado por la desnutrición y la falta de asistencia. Estas agrupaciones insisten en que la situación ha llegado a un punto límite y urgen a un alto al fuego inmediato. Desde la AFP también se publicó días antes una carta donde expresaban que nunca antes habían tenido colaboradores a punto de morir por inanición.
Este llamado internacional pone en evidencia una arista poco visibilizada del conflicto: la de los trabajadores de la información que, sin armas, arriesgan su vida diariamente para contar lo que ocurre. Las agencias piden, además, que se garantice su seguridad y que se respete su labor en zonas de guerra. Consideran que impedirles la salida y entrada del territorio es una violación directa a la libertad de prensa.

La cobertura internacional sobre Gaza podría verse seriamente reducida si las condiciones no cambian. La falta de reporteros en campo dejaría a la población civil aún más aislada del mundo, sin una voz que denuncie lo que viven día a día. Además, se debilita la capacidad de verificación independiente sobre presuntas violaciones a los derechos humanos, algo esencial en cualquier conflicto.
A nivel diplomático, varios países europeos y organizaciones defensoras de la libertad de expresión ya han comenzado a ejercer presión sobre Israel para que reconsidere su postura. El tema ha llegado incluso a foros internacionales, donde se discute la posibilidad de crear un corredor humanitario exclusivo para medios de comunicación y personal de ayuda. Por ahora, la incertidumbre persiste, y la comunidad periodística internacional espera una respuesta inmediata para evitar más muertes silenciosas.
