
Dommaraju Gukesh, el nuevo campeón mundial de ajedrez, no pudo haber pedido un inicio más desafiante. En la primera ronda del Norway Chess, se enfrentó nada menos que a Magnus Carlsen, considerado por muchos el mejor ajedrecista del siglo XXI. Un duelo que no solo atrajo a millones de fanáticos, sino que también marcó un momento clave en la historia reciente del ajedrez.
Un comienzo de alto voltaje para Gukesh
El joven prodigio indio, que recientemente hizo historia al convertirse en el campeón mundial de ajedrez más joven, fue puesto a prueba de inmediato. Carlsen, con su experiencia y estilo agresivo, no se la puso fácil. La partida estuvo llena de tensión, con jugadas muy calculadas y momentos de incertidumbre. Para Gukesh, fue una oportunidad de demostrar que su título no fue casualidad.
Aunque el encuentro terminó en tablas tras una intensa lucha, el mensaje fue claro: Gukesh está dispuesto a defender su título con valentía, incluso si eso significa enfrentarse a leyendas como Carlsen desde el inicio. Su preparación, madurez y enfoque estratégico fueron elogiados por expertos y analistas, quienes consideran este duelo como una especie de “paso de antorcha” generacional.

Gukesh demuestra temple ante Carlsen
Lejos de intimidarse, Gukesh mostró un aplomo impresionante. A sus 17 años, su capacidad para mantener la concentración en partidas tan exigentes está sorprendiendo incluso a los más veteranos del circuito. Su manera de anticipar las jugadas de Carlsen, uno de los rivales más difíciles del mundo, fue una muestra más de que su reinado no será fácil de arrebatar.
Este enfrentamiento fue también simbólico: el ex campeón del mundo contra el nuevo rey del tablero. Carlsen, quien decidió no disputar el último campeonato mundial, sigue siendo una figura dominante, y medirse con él es un reto obligatorio para cualquier jugador que aspire a dejar huella. Para Gukesh, es parte de su consolidación como referente global del ajedrez.