Fue en 1864 que la pareja real de Maximiliano de Habsburgo y Carlota Amelia desembarcaron en el puerto de Veracruz con motivo de instaurar el Segundo Imperio mexicano —el que sería el último. Y así, el noble originario de Viena y la que fuera archiduquesa de Bélgica, gobernaron el país durante tres años. Esta es una guía de turistas imperial con 5 lugares en la CDMX que visitaron Maximiliano y Carlota.
El joven matrimonio dejó su castillo de Miramar, en Italia y llegó al puerto de Veracruz en la fragata Novara con la bandera del imperio mexicano. Ahí no tuvieron una gran recepción y después de un largo viaje en ferrocarril y en la carroza imperial, llegaron a la Ciudad de México el 12 de junio, donde se les recibió con un desfile donde la mayoría de los asistentes eran miembros de la aristocracia mexicana.
Durante los tres años que gobernaron el país, tuvieron sus lugares predilectos y visitaron lugares curiosos. Su primera noche en la ciudad la pasaron en Palacio Nacional y después se trasladaron al Castillo de Chapultepec. Hoy son recordados a casi 160 años de su llegada a la capital mexicana.
5 lugares en la CDMX que visitaron Maximiliano y Carlota
El Palacio Nacional
Existe una anécdota curiosa sobre la primera noche que el emperador y la emperatriz pasaron en la ciudad. La cama de Palacio Nacional donde iban a dormir resultó estar infestada de chinches. Al no tener remedio, Carlota decidió pasar la noche en un sillón y Maximiliano escogió una mesa de billar para dormir. En esa época el lugar no se encontraba en buenas condiciones, más bien había caído en deterioro.
Para las fiestas navideñas de 1965, la pareja organizó una posada tradicional mexicana también en Palacio Nacional. Se dice que a los emperadores les encantó esta costumbre y decidieron realizar una, a la que acudió la aristocracia mexicana en sus lujosos carruajes. Fue animada por una banda de músicos belgas y se hicieron los cantos tradicionales. Tristemente la fiesta terminó cuando afuera del lugar se escuchó el grito de “¡Viva la República!”.
El Paseo de la Emperatriz
Lo que hoy es Paseo de la Reforma en un principio fue el famoso Paseo de la Emperatriz (o del Emperador) y se construyó por orden de Maximiliano para conectar la residencia imperial del Castillo de Chapultepec con el Palacio Nacional, que era su lugar de trabajo. Como ya sabemos, el diseño de esta avenida se hizo al estilo europeo con glorietas, esculturas y bulevares ostentosos.
Hoy esta avenida conserva la estética de aquellos tiempos. Con el tiempo se fue ampliando y en la actualidad cuenta con 14 kilómetros de largo. Es una de las más representativas de la CDMX.
Peñón de los Baños
En lo que hoy es la alcaldía Venustiano Carranza se encuentra Peñón de los Baños. Un lugar especial con aguas termales del que se sabe, fue muy visitado por el emperador Moctezuma. Según dicen, el efecto de las aguas de este lugar es medicinal y también se volvió uno de los predilectos de los jóvenes emperadores europeos.
Peñón de los Baños era un islote del Lago de Texcoco. En el lugar se conserva un espejo que perteneció a Carlota. El edificio original fue remodelado por Porfirio Díaz y actualmente puede ser visitado por la gente para recibir un baño refrescante.
Tepito
Carlota, en su labor como emperatriz, recorrió varios lugares de la Ciudad de México para conocer los hábitos y costumbres de los capitalinos. Según dicen, en uno de sus paseos decidió indicarle a su chofer que diera vuelta para visitar el barrio de Tepito. Sus cortesanas, que siempre la acompañaban, quedaron muy sorprendidas.
Y la primera parada de Carlota fue en una pulquería del lugar. Ella ya había probado el pulque, pero en ese momento decidió probarlo en un lugar tradicional del barrio. La gente se sorprendió al verla, pero la recibieron con aplausos y gritos de alegría. La emperatriz disfrutó de esta visita, que según dicen fue real, aunque otros dicen que es sólo una leyenda.
El Castillo de Chapultepec
Y como bien sabemos, la residencia de la pareja imperial fue el Castillo de Chapultepec. El lugar que anteriormente fuera sede del Colegio Militar, fue remodelado por los mismos emperadores, porque según dicen, la construcción del Palacio Imperial se encontraba en deterioro. El castillo se decoró con suntuosos adornos europeos. Paredes, pisos, puertas y ventanas se renovaron para darle alojamiento a Maximiliano y Carlota.
También cuentan que la pareja se encargó de embellecer los jardines de Chapultepec. A petición de Carlota, el joven emperador trajo jardineros desde Austria para que el lugar se convirtiera en un lugar memorable.
El final del Segundo Imperio mexicano
Fue en 1866 que Napoleón III le comunicó a Maximiliano que retiraría las tropas francesas del territorio mexicano, también le sugirió que abdicara, pero el emperador no hizo caso.
Fue capturado por las fuerzas liberales en Querétaro y el 19 de junio de 1867 fue fusilado en el Cerro de las Campanas al lado de los generales conservadores Miguel Miramón y Tomás Mejía. Carlota regresó a Europa y murió a los 86 años.
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