24 de marzo del 2025, Ciudad de México. -La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha comenzado una nueva obra en la zona federal de la Laguna de Bacalar, en Quintana Roo, generando alarma entre ambientalistas y habitantes de la región debido a los posibles impactos negativos sobre el ecosistema local. La construcción, que tiene como objetivo alimentar al Tren Maya, se realiza sin contar con las aprobaciones ambientales necesarias, lo que ha desatado una serie de cuestionamientos sobre su viabilidad ecológica.

Denuncias de Ambientalistas sobre la Falta de Autorizaciones Ambientales
La organización Greenpeace México ha levantado la voz al denunciar que esta obra no ha sido debidamente supervisada por autoridades como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ni la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Esto ha generado gran preocupación, ya que la falta de una evaluación de impacto ambiental podría tener consecuencias graves para un ecosistema tan vulnerable como el de Bacalar. La laguna de Bacalar, conocida por sus siete tonalidades de azul, es un tesoro natural con un alto valor ecológico y turístico que se ve amenazado por este proyecto.

Denuncias de los Habitantes Locales y Preocupación por la Transparencia
Ante esta situación, los habitantes de la zona han tomado acciones legales y han presentado denuncias ante la Profepa. Los residentes locales expresan su preocupación por los posibles daños que la construcción pueda causar a la biodiversidad de la laguna, ya que esta zona es clave tanto para la flora y fauna como para la economía basada en el turismo. La falta de consulta pública y de transparencia en el proceso ha incrementado la desconfianza y el rechazo de los pobladores hacia la obra.
El Argumento del Gobierno Federal: Seguridad Nacional
Por otro lado, el gobierno federal justifica la construcción del Tren Maya y otras obras relacionadas bajo el argumento de que se trata de proyectos de seguridad nacional. Esta categoría les ha permitido avanzar sin cumplir con los requisitos ambientales establecidos, desobedeciendo incluso algunos ordenamientos judiciales que intentaban frenar las construcciones debido a su posible impacto ecológico. La decisión de considerar estos proyectos como “de seguridad nacional” ha sido cuestionada por diversos sectores, que consideran que la protección del medio ambiente debería prevalecer sobre cualquier otro interés.
Desafíos Ambientales Previos en la Laguna de Bacalar
Cabe recordar que la Laguna de Bacalar ya ha enfrentado problemas ecológicos en el pasado, como el cambio en la coloración de sus aguas, debido a actividades humanas y fenómenos naturales. Estos problemas ya han afectado la calidad del agua y la biodiversidad del lugar. La construcción de nuevas obras podría agravar esta situación, afectando gravemente no solo al medio ambiente, sino también a la economía local, que depende en gran medida del turismo relacionado con este paraíso natural.

Llamado a las Autoridades para Detener la Obra
Dado el contexto de incertidumbre y preocupación, tanto las organizaciones ambientalistas como la comunidad local han hecho un llamado urgente a las autoridades para que detengan las obras hasta que se realicen los estudios de impacto ambiental correspondientes. Exigen que se tomen las medidas necesarias para garantizar la protección de la Laguna de Bacalar y su ecosistema único. La comunidad pide que no se antepongan intereses políticos o económicos por encima del bienestar ambiental y de las generaciones futuras.
Es genial ver que se están tomando medidas para cuidar el medio ambiente, pero a veces siento que las acciones son más un show que un cambio real. Necesitamos que las promesas se conviertan en hechos concretos, porque solo hablar no basta.