Alertan sobre permisos a empresas para deforestar miles de hectáreas
Piden frenar el modelo de explotación ligado al Tren Maya y al sector inmobiliario

Cancún Q.Roo 07 Julio 2025.- El colectivo ambientalista Greenpeace México, a través de su coordinador de campaña Carlos Amalloa, denunció públicamente a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) por seguir autorizando permisos de impacto ambiental que favorecen la deforestación y explotación de la Selva Maya, especialmente en zonas cercanas a Tulum, Playa del Carmen y Calica, en el estado de Quintana Roo.
Durante una entrevista realizada este 7 de julio, Amalloa explicó que, a pesar de que Calica fue clausurado en 2024 y que la zona fue decretada como área natural protegida, la destrucción continúa bajo un modelo de extracción de materiales pétreos, ahora encabezado por empresas como Cemex, y avalado por permisos de la Semarnat. Señaló que la empresa tiene autorización para deforestar más de 650 hectáreas, el equivalente a más de la mitad del terreno devastado por Calica.
Greenpeace advierte que este modelo también está siendo replicado por el proyecto del Tren Maya, que ha recibido al menos 26 autorizaciones para bancos de material pétreo solo en lo que va de 2025, muchas de ellas presuntamente otorgadas de forma extemporánea, ya que las obras comenzaron antes de recibir aprobación oficial. Esto, afirman, viola el estado de derecho y pone en riesgo los acuíferos y la biodiversidad de la región.
Amalloa también destacó que el colectivo ha enviado desde febrero solicitudes formales a la Semarnat para abrir un espacio multisectorial de diálogo que incluya a expertos, comunidades afectadas y defensores del medio ambiente. Hasta el momento, no han recibido respuesta. En marzo, Greenpeace lanzó la campaña “México: El Grito de la Selva” y un documental titulado “Voces de la Selva Maya” para visibilizar el problema.
El activista advirtió que la expansión del modelo de explotación responde a intereses de macrohoteles, desarrollos inmobiliarios y el modelo Airbnb, y acusó al Tren Maya de estar siendo transformado en un proyecto de carga, lo cual aumentará la devastación al requerir más infraestructura, terminales y transporte de combustibles fósiles.
Finalmente, Greenpeace hizo un llamado urgente a fortalecer la política ambiental en México con candados legales, participación ciudadana y políticas públicas claras, que protejan integralmente la Selva Maya, tanto en su cobertura forestal como en sus acuíferos subterráneos. “No se puede proteger solo un pedacito hoy y otro después”, advirtió Amalloa, “hay que actuar ya para evitar que las últimas selvas desaparezcan”.