
11 DE JUNIO-Una #granizadaenMadrid dejó imágenes impactantes y numerosos daños en plena tarde del 11 de junio. Aunque las temperaturas rozaban los 30 grados, la capital fue sorprendida por una fuerte tormenta con #granizo de hasta 2 centímetros de diámetro, afectando barrios enteros y complicando el #tránsito. La AEMET había lanzado una alerta naranja, pero la intensidad del fenómeno superó lo esperado.
Alertas meteorológicas activadas en toda la comunidad
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) activó alertas para la ciudad y las zonas Metropolitana, Henares, Sur, Vegas y Oeste, con una probabilidad de tormentas entre el 40 y 70%. El servicio de emergencias 112 reforzó la advertencia, indicando que la granizada intensa podría extenderse hasta las 8 de la noche. El tamaño del granizo fue suficiente para causar daños en coches, tejados y estructuras expuestas.

El pronóstico para las siguientes horas no es alentador. La AEMET prevé chubascos acompañados de granizo durante la madrugada y parte del jueves. También se espera una caída en las temperaturas máximas y mínimas, mostrando un cambio repentino en el clima que ya está preocupando a los expertos por su relación con el cambio climático.
Efectos del granizo en coches, casas y transporte
Los impactos de la granizada no se hicieron esperar: retrovisores rotos, lunas estrelladas y carrocerías abolladas en cientos de vehículos. En muchas viviendas, el granizo dañó ventanales, tejados y canaletas. En el entorno urbano, el hielo acumulado provocó caídas, atascos y el colapso de desagües incapaces de absorber tanta agua en tan poco tiempo.

El transporte público también enfrentó problemas. Las líneas de autobuses sufrieron demoras, el metro tuvo interrupciones puntuales y algunos trenes de cercanías operaron con retrasos. La presencia de ramas caídas y árboles dañados complicó aún más la movilidad en varios puntos de la ciudad.
Un fenómeno cada vez más frecuente en meses inusuales
Los expertos meteorológicos destacan que episodios como esta granizada en Madrid son cada vez más comunes fuera de temporada. Junio solía ser un mes estable, pero la frecuencia e intensidad de estas tormentas ha aumentado. Las autoridades insisten en la necesidad de actualizar infraestructuras urbanas y mejorar los sistemas de alerta temprana para minimizar los efectos.

Aunque no se reportaron víctimas graves, los daños materiales fueron significativos. Esta situación refuerza la importancia de tomar en serio las alertas meteorológicas y prepararse para fenómenos extremos, incluso en épocas donde antes eran poco comunes.
Es genial ver que se están tomando medidas para mejorar la situación, pero a veces siento que las acciones llegan tarde y no son suficientes. Es importante que se actúe más rápido y con más fuerza para que realmente se vean cambios.