28 DE OCTUBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. La Policía de Río de Janeiro lanzó una gran operación este martes en dos importantes complejos de favelas de la ciudad, Penha y Alemão, con el objetivo de desmantelar el liderazgo del Comando Vermelho, la facción criminal más grande y de mayor expansión en la capital fluminense. El despliegue, que movilizó a 2.500 agentes, dos helicópteros y una treintena de vehículos blindados, es el resultado de una investigación de más de un año centrada en el combate al narcotráfico y la expansión territorial de esta peligrosa organización. Lamentablemente, el intercambio de disparos y el levantamiento de barricadas por parte de los criminales resultaron en la muerte de al menos cuatro sospechosos.
Los reportes iniciales de las autoridades indican que, además de las bajas entre los presuntos delincuentes, los agentes lograron la detención de 17 supuestos miembros del Comando Vermelho. Durante la operación, también se requisaron varios fusiles de asalto y radios de comunicación, herramientas esenciales para la logística y el control territorial de la facción. La operación se desarrolla en un clima de alta tensión, y las autoridades han urgido a los residentes de los barrios afectados a permanecer en sus hogares para evitar ser víctimas colaterales del enfrentamiento.
La Dimensión del Desafío: de Crimen Común a «Narcoterrorismo»
La envergadura de la operación resalta el nivel de desafío que enfrentan las fuerzas de seguridad. El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, difundió en redes sociales videos que, según él, muestran bombas siendo lanzadas contra la policía mediante el uso de drones. Esta sofisticación en el ataque llevó al gobernador a calificar la situación como algo más que «crimen común», sino como «narcoterrorismo». Esta designación subraya la percepción oficial de que el Comando Vermelho ha elevado sus tácticas a un nivel de amenaza paramilitar.
El Comando Vermelho, históricamente anclado en las zonas marginales de Río de Janeiro, no solo representa una amenaza local, sino que ha demostrado una alarmante capacidad de expansión a nivel nacional. La operación busca frenar esta expansión que ha llevado a la facción a establecerse en otras regiones de Brasil, incluso en partes estratégicas de la Amazonía. Esta penetración criminal se da particularmente en áreas cercanas a las fronteras con Colombia y Perú, puntos clave para las rutas del narcotráfico internacional, lo que eleva el perfil de la facción de un grupo de delincuencia urbana a un actor transnacional.
La operación se concentra en los complejos de Penha y Alemão, áreas que han sido históricamente bastiones del crimen organizado y epicentros de enfrentamientos con la policía. El uso de vehículos blindados y helicópteros por parte de los 2.500 policías indica la expectativa de una resistencia violenta y organizada por parte de los cabecillas y miembros del Comando Vermelho. El éxito de esta operación es fundamental para las autoridades, que buscan restaurar la seguridad, la estabilidad y la soberanía estatal en estas zonas controladas por el crimen.
El Impacto de la Operación en las Facciones Rivales 🛡️
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