
Por Daniel Zovatto
En un fallo inédito, un juez federal en Texas designado por Donald Trump, Fernando Rodríguez, dictaminó que el presidente invocó ilegalmente la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para acelerar la deportación de presuntos miembros de la pandilla venezolana Tren de Aragua.
La sentencia establece que Trump no puede utilizar esta norma —diseñada para tiempos de guerra— para detener o expulsar migrantes en su distrito. Rodríguez sostuvo que permitir al presidente definir unilateralmente cuándo aplicar esta ley eliminaría cualquier límite al poder ejecutivo y anularía el papel de los tribunales.
El fallo representa la primera decisión de fondo sobre esta controvertida medida, que ya había sido paralizada por otros tribunales. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), que impulsó la demanda, destacó que la decisión sienta un precedente clave al concluir que no se puede usar una autoridad de guerra en tiempos de paz.Los demandantes venezolanos habían estado a punto de ser deportados a El Salvador, donde otros ya fueron enviados a la prisión de máxima seguridad Cecot. Aunque el juez impide el uso de la AEA, otras leyes migratorias siguen aplicándose y los migrantes permanecen detenidos en Texas.
Es bueno ver que se están poniendo límites a las decisiones que afectan a tantas personas. La migración es un tema complicado, pero usar leyes antiguas para justificar deportaciones no suena justo. La justicia debe proteger a quienes buscan una vida mejor.
Es bueno ver que hay un límite a lo que se puede hacer con leyes antiguas. La inmigración es un tema complicado y no se puede tratar de manera tan drástica. Es importante que se respeten los derechos de las personas, sin importar de dónde vengan.