
11-Agosto-2025.-Un juez federal de Estados Unidos decidió que los materiales del gran jurado en el caso de Ghislaine Maxwell permanecerán sellados, alegando que su publicación “no revelaría nueva información de relevancia”. La medida llega en medio de presiones políticas y demandas de transparencia, especialmente de simpatizantes del presidente Donald Trump, tras el rechazo del gobierno a liberar todos los archivos federales sobre Jeffrey Epstein.
El juez Paul Engelmayer subrayó en su fallo de 31 páginas que la confidencialidad de los grandes jurados es fundamental para garantizar que los testigos colaboren y los jurados se concentren únicamente en el caso. Aunque reconoció que en situaciones excepcionales puede romperse el secreto, advirtió que hacerlo “de forma casual o indiscriminada” debilitaría la confianza en el sistema judicial y podría desincentivar futuras declaraciones.
Maxwell, de 63 años, cumple una condena de 20 años por delitos vinculados a Epstein y se opuso a la publicación de los documentos. El magistrado también recalcó que los materiales no identifican a ninguna persona, aparte de Epstein y Maxwell, como involucrada en conductas sexuales con menores, ni mencionan a supuestos “clientes” de la red de Epstein.
El Departamento de Justicia había solicitado la apertura de estos documentos para calmar las críticas contra la decisión de no difundir todos los archivos del caso Epstein. Sin embargo, el juez rechazó el argumento de que gran parte de la información ya fue expuesta durante el juicio, afirmando que el público “apenas aprendería algo nuevo” al revisarlos.
El caso tiene una fuerte carga política, ya que Trump prometió en campaña divulgar “Los Archivos Epstein”. No obstante, el Departamento de Justicia y el FBI concluyeron este verano que Epstein no mantenía una “lista de clientes” y que no se harían públicos más archivos.
En las últimas semanas, Maxwell fue trasladada de una prisión en Florida a una instalación de mínima seguridad en Texas. Una de sus denunciantes declaró recientemente que la británica debería pasar “el resto de su vida en prisión”, reflejando que el repudio público hacia ella sigue intacto.