
Su uso recreativo ha causado parálisis, daño cerebral y hasta la muerte
En Estados Unidos, el uso del llamado gas de la risa se ha vuelto una práctica cada vez más común, sobre todo entre los jóvenes. Este gas, cuyo nombre científico es óxido nitroso, se puede conseguir fácilmente en tiendas, ferias o incluso en internet, sin ninguna restricción clara. Lo preocupante es que su consumo, que muchos creen inofensivo, está empezando a mostrar efectos graves en la salud física y mental de quienes lo inhalan.
Lo que comenzó como una sustancia utilizada en consultorios dentales para calmar la ansiedad o el dolor, hoy se ha convertido en una droga recreativa de moda. El problema es que al ser legal y de acceso sencillo, muchos piensan que es segura, pero los estudios más recientes revelan que el uso excesivo puede provocar desde parálisis en las piernas hasta daños cerebrales irreversibles. Y sí, ya se han registrado varias muertes relacionadas con su abuso.
En redes sociales circulan miles de videos donde se ve a personas inhalando este gas desde globos o latas metálicas. Lo hacen en fiestas, conciertos o reuniones, buscando una sensación de euforia momentánea. Pero pocos saben que esa “risa” artificial viene acompañada de un alto riesgo de adicción. Cada vez más médicos en EE.UU. reportan casos de pacientes jóvenes que llegan al hospital con síntomas neurológicos por el consumo prolongado de gas de la risa.
La situación ha prendido las alarmas en varias ciudades del país. Algunas autoridades locales ya están presionando para regular su venta, sobre todo a menores de edad. En Nueva York y California, por ejemplo, ya se discuten leyes para limitar la distribución de óxido nitroso y advertir sobre sus efectos, como se hace con el tabaco o el alcohol. La pregunta es por qué tardaron tanto en reaccionar ante una adicción tan visible.
Uno de los mayores desafíos es que, al ser una sustancia que no produce resaca ni deja rastros evidentes, su consumo pasa desapercibido por padres y maestros. Sin embargo, los efectos son acumulativos. En algunos casos, se ha documentado daño a la médula espinal que deja secuelas permanentes. Expertos coinciden en que hace falta una campaña nacional de concientización sobre los peligros del uso recreativo del gas de la risa.
Me parece bien que se hable de este tema, pero a veces siento que no se le da la importancia que merece. Es fundamental que la gente esté más informada y que se tomen acciones concretas. No podemos quedarnos solo en palabras.
La verdad, me parece que lo que se está haciendo está bien porque ayuda a la gente que más lo necesita. Sin embargo, hay que tener cuidado de que no se convierta en algo solo para dar una buena imagen, sino que realmente se haga un cambio positivo.
Me parece bien que se hable de este tema, pero a veces siento que no se le da la importancia que merece. Es clave que la gente esté más informada y que se tomen acciones reales, no solo palabras.