
25 DE JUNIO-La #FundaciónHumanitariadeGaza (GHF), creada con respaldo de #EstadosUnidos e Israel, ha sido fuertemente cuestionada por las agencias humanitarias de la ONU, luego de que se reportara la muerte de al menos 400 palestinos que intentaban obtener alimentos. El sistema de reparto, denunciado como «militarizado», ha generado episodios violentos donde civiles, incluyendo niños y mujeres, han perdido la vida.
En los últimos días, al menos 46 personas murieron por disparos del ejército israelí en dos incidentes distintos al sur de Gaza. Testimonios indican que los soldados abrieron fuego sin previo aviso contra multitudes que esperaban comida. Las imágenes que circulan desde hospitales como el de al Awda reflejan el caos y el dolor, con pacientes sangrando en los pasillos por falta de camas.

La ONU y otras organizaciones han condenado el modelo de distribución promovido por la GHF, señalándolo como «una trampa mortal». El vocero Thameen al Kheetan declaró que la militarización de la entrega de ayuda podría constituir crímenes de guerra, al violar los principios básicos del derecho humanitario internacional. Las FDI, por su parte, aseguran que la fundación opera de manera independiente.
Israel ha justificado la existencia de la GHF como un paso clave para socavar el poder de Hamás, pero las críticas internacionales aumentan. La fundación, poco transparente en cuanto a su financiamiento, utiliza personal armado privado y ha evitado la cooperación con la ONU y otras agencias. Hasta ahora ha repartido 41 millones de viandas, pero a un alto costo humano.

La población palestina, ya golpeada por meses de guerra, vive con miedo constante. Las «zonas de reparto» han sido rebautizadas por los propios residentes como «zonas de la muerte». Casos como el de Mahmoud al Ghura, quien perdió a un hijo y teme buscar comida para sus hijas, son ejemplo del terror cotidiano que enfrentan miles de personas en Gaza.
Pese a que Israel permite la entrada limitada de ayuda humanitaria por otras vías, el volumen sigue siendo insuficiente. ONG como World Central Kitchen apenas han logrado reanudar operaciones tras más de 12 semanas. Mientras tanto, la situación en Gaza continúa deteriorándose, con la hambruna tocando a la puerta y un sistema de ayuda que, lejos de proteger, está cobrando vidas inocentes.

Me parece bien que se hable de este tema, pero siento que a veces no se le da la importancia que merece. Deberían dar más información y no solo quedarnos con lo superficial. Es un asunto que necesita más atención y que la gente entienda mejor.