PARÍS.— Un buzón especial para que los niños denuncien abusos fue instalado el jueves en una escuela primaria de París, el primer buzón que se coloca en la capital francesa como parte de un esfuerzo a nivel nacional para alentar a más víctimas de violencia sexual a hablar.
Francia ya cuenta con unos 360 de estos buzones, donde los niños pueden depositar cartas que serán evaluadas por expertos. El programa está respaldado por la asociación de protección infantil Les Papillons, o Mariposas, y se desarrolla bajo el lema: “Si no puedes decirlo, escríbelo”.
Caso de Gisèle Pélicot, un impulso a víctimas
Este esfuerzo se produce mientras los activistas están impulsando a eliminar los tabúes que han rodeado durante mucho tiempo el abuso sexual y hacer que “la vergüenza cambie de bando”.
Esto quedó de manifiesto recientemente durante el juicio que convirtió a Gisèle Pélicot, quien fue drogada y violada por su ahora exesposo, en el símbolo de la lucha contra la violencia sexual en Francia.
Una carta conduce a una sentencia de 12 años en prisión
En junio de 2022, el primer día que se instaló un buzón en una escuela del este de Francia, una niña de 10 años dejó un mensaje nombrando a su abuelo y describiendo lo que parecían ser casos de violación incestuosa.
Unos días después, los agentes de policía dijeron que ella y otras dos niñas de su familia habían sido presuntamente víctimas de incesto durante años.
En septiembre, el abuelo fue declarado culpable y condenado a 12 años en prisión.
Según Les Papillons, aproximadamente el 2.4% de los mensajes conducen a informes a los funcionarios locales de protección infantil encargados de tomar las medidas necesarias.
El 1.4% de los mensajes se informa inmediatamente a los fiscales, lo que provoca que se abra una investigación policial, de acuerdo con la ley francesa respecto al “peligro grave e inminente” para los niños. Incluyen todos los abusos sexuales alegados.
Más de 30,000 cartas en un año sobre abuso infantil en Francia
“Lo principal que ha cambiado y creo que es genial, es que las víctimas son cada vez menos reacias a hablar”, comentó Laurent Boyet, el agente de policía que fundó Les Papillons, a The Associated Press. “Pero lo que aún no ha cambiado es que la gente todavía no necesariamente los escucha como debería… Todavía queda un largo camino por recorrer”.
El año pasado, más de 30,000 niños dejaron un mensaje en los buzones, señaló Boyet. Esto proporcionó a la asociación un vistazo de la magnitud del abuso infantil en Francia.
La mayoría de los niños reportaron situaciones que ocurrieron en el entorno escolar, incluyendo maltrato y abuso físico. Alrededor del 10% informó problemas en casa, de los cuales más de la mitad involucraban violencia física. Algunos involucraban abuso sexual dentro de la familia.
Boyet escribió un libro en 2017 para contar su propia historia. Dijo que fue violado por su hermano, que era 10 años mayor, cuando tenía entre 6 y 9 años.
¿Cómo funcionan los buzones contra el abuso en Francia
Los niños de la escuela primaria de París donde se instaló el buzón el jueves recibirán instrucciones para saber para qué sirve.
La asociación propone entregar hojas de papel a los niños en las que pueden marcar la casilla “Necesito ayuda para mí” o “para uno de mis amigos” y llenar la línea “mi abusador se llama” y escribir “qué está pasando”.
“El escribir ayuda a los niños”, señaló la directora de la escuela Blanche, Géraldine Gythiel. “Toman el papel, lo ponen en su bolsillo y escribirán lo que tengan que escribir en el momento adecuado… Porque hablar con un adulto no es fácil”.
Dos veces por semana, agentes de policía locales recogerán los mensajes y los enviarán por correo electrónico a los expertos de la asociación, incluidos tres psicólogos, para su evaluación.
Los más graves se envían inmediatamente a los servicios policiales para que puedan ser utilizados en investigaciones y como evidencia en un juicio potencial, dijo Boyet.
En algunos otros casos, como el acoso escolar, la asociación hablará con maestros y educadores para buscar soluciones.