
10 DE DICIEMBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. El gobierno de Francia confirmó este martes haber brindado apoyo logístico y de vigilancia a las fuerzas armadas de Benín para ayudar a frustrar un intento de golpe de Estado que buscaba derrocar al presidente Patrice Talon. La presidencia francesa, en un comunicado, detalló que este apoyo logístico fue solicitado expresamente por las autoridades de Cotonú. La asistencia incluyó «vigilancia y observación» para permitir a las fuerzas leales al gobierno tener una imagen clara de la situación y actuar con precisión contra los militares sublevados. Esta acción subraya el compromiso de París con la estabilidad de sus aliados en África Occidental y su papel activo en la política regional.
El intento de derrocamiento se hizo público el domingo por la mañana, cuando un grupo de militares armados con fusiles apareció para anunciar la destitución del presidente Talon. Sin embargo, la situación tomó un giro rápido. Horas después de la declaración de los golpistas, el propio presidente Patrice Talon apareció en la televisión nacional para asegurar a la población que la situación estaba completamente «bajo control». Este rápido desenlace se atribuye, en parte, a la eficacia de la respuesta de las fuerzas leales y a la coordinación de los esfuerzos de seguridad.
El Eje Diplomático de Apoyo
El presidente francés, Emmanuel Macron, jugó un papel clave en las horas críticas tras el anuncio del golpe. Según asesores de su gobierno, Macron llevó a cabo un intenso «esfuerzo de coordinación» y de «intercambio de información con los países de la región». Este apoyo diplomático se considera esencial para aislar a los golpistas y reforzar la legitimidad del gobierno de Talon ante la comunidad internacional. Las crisis políticas en África Occidental a menudo requieren una rápida respuesta regional y global para evitar una desestabilización prolongada.
Como parte de esta coordinación, Macron conversó directamente con su homólogo de Benín, Patrice Talon, a quien los militares querían derrocar. Los golpistas alegaron un supuesto «deterioro de la seguridad en el norte del país» como principal razón para su levantamiento, un argumento que fue rápidamente desestimado por las autoridades. Además, el presidente francés dialogó con los líderes de Nigeria y Sierra Leona. Este último país ocupa la presidencia de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), lo que hace de Sierra Leona un actor crucial en la respuesta regional.
La Respuesta Regional y el Apoyo de CEDEAO
El esfuerzo por estabilizar Benín no fue solo un asunto bilateral con Francia, sino que contó con una sólida respuesta de la CEDEAO. El bloque regional africano, ante el intento de golpe, anunció inmediatamente el despliegue de soldados procedentes de cuatro de sus países miembros. Este despliegue militar tenía como objetivo principal brindar apoyo logístico y de seguridad a las autoridades de Cotonú y asegurar el orden constitucional. La acción de la CEDEAO refleja un mecanismo de defensa regional cada vez más activo contra las amenazas a la democracia en África Occidental, una región que ha enfrentado varios golpes de Estado recientes.
El apoyo militar de la CEDEAO, en conjunto con la asistencia de Francia, fue decisivo para el rápido control de la situación y para desalentar a otros posibles actores. La coordinación entre el apoyo logístico de París y el despliegue de la fuerza regional demuestra una respuesta multifacética que combina inteligencia, logística y fuerzas terrestres. Este tipo de cooperación internacional y regional se ha convertido en un modelo para afrontar las crisis de seguridad en el continente africano, enfatizando la importancia de la acción concertada.
La Doctrina Francesa de Apoyo Regional
París ha mantenido una fuerte presencia militar y de inteligencia en sus antiguas colonias, lo que le permite reaccionar rápidamente ante crisis políticas. Este apoyo no es solo un acto aislado, sino parte de una política exterior que busca mantener la estabilidad de gobiernos amigos para contrarrestar la creciente influencia de otros actores globales y grupos yihadistas, especialmente en la región del Sahel. Este apoyo es crucial para mantener los lazos económicos y estratégicos con África Occidental.








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