
30 OCTUBRE 2025-INTERNACIONAL-Un inusual fenómeno geológico dejó sin agua al lago Shimózero, sorprendiendo a residentes y científicos de la provincia rusa de Vólogda. Conocido popularmente como ‘fosa negra’, este proceso permitió que el agua del lago se filtrara a través de una depresión kárstica, dejando al descubierto el fondo de la cuenca y generando imágenes impactantes que se viralizaron en redes sociales.
Fenómeno kárstico y su impacto
El lago Shimózero, con una extensión aproximada de ocho kilómetros cuadrados, se encuentra en la frontera entre las provincias de Leningrado y Vólogda. Forma parte de un grupo de lagos kársticos intermitentes, que se vacían de forma natural a través de sumideros y filtraciones subterráneas, un proceso que no ocurre necesariamente cada año.
Los procesos kársticos se originan cuando las rocas solubles, como la piedra caliza, se disuelven lentamente por el agua, formando cuevas, túneles y sumideros. Este fenómeno es clave para la formación de acuíferos subterráneos, que proveen fuentes importantes de agua dulce en la región, afectando tanto el ecosistema como la disponibilidad hídrica.

Registro y seguimiento científico
Debido a su rareza, el lago Shimózero ha sido incluido en el registro nacional de formaciones singulares. Especialistas en hidrología estudian su comportamiento cíclico, monitoreando cómo y cuándo se vacía, con el fin de comprender mejor los procesos kársticos y prevenir posibles impactos en las comunidades cercanas.
La desaparición del agua no genera riesgos inmediatos para los habitantes, pero sí permite observar el fondo del lago y sus formaciones geológicas, un espectáculo que atrae la atención de geólogos y turistas interesados en fenómenos naturales extraordinarios. La interacción entre el agua superficial y los sistemas subterráneos muestra la complejidad de los ecosistemas acuáticos kársticos.

Los estudios recientes sugieren que los lagos kársticos intermitentes, como Shimózero, son indicadores sensibles del cambio climático y de las fluctuaciones en los niveles de agua subterránea. La observación de estos fenómenos permite a los científicos anticipar variaciones hídricas que podrían afectar cultivos, suministro de agua y biodiversidad local.




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