Tenemos frente a nosotros el nuevo disco de Japanese Breakfast, un proycto de pop artístico que toma de otros géneros como el art rock, country y americana. Michelle Zauner entrega un nuevo álbum lleno de historias complicadas, pero como una letrista particularmente eficiente para conmovernos con la tristeza.
Michelle Zauner se enfocó muchísimo en lo instrumental para transmitir emociones
En su cuarto álbum de estudio como Japanese Breakfast, For Melancholy Brunettes (& sad women), Michelle Zauner se centra en el estado de ánimo que da título al disco. Usó muchísimas cuerdas, y también mitología con referencias a Leda, Ícaro y Venus.
Dejó a un lado centrarse nada más en lo vocal, y aún en las rolas más intensas líricamente, los acompañamientos sonoros están mucho más trabajados que en discos anteriores. A ratos, Michelle se centra en lo instrumental, dejando a un lado la parte cantada, un verdadero cambio en sonido.
Un disco que surgió por la adversidad de la gira y la sensibilidad de Michelle Zauner
Michelle Zauner ha tenido una creciente popularidad, que la llevó a estar de gira por mucho tiempo, además de también promocionar su libro, un recuento sobre la pérdida de su madre, titulado Crying in H Mart. Este torbellino de citas y una agenda complicada la enfrentó más de cerca a sentirse débil y abrumada, y Michelle usó eso como combustible para este disco.
El disco es una colección de amor, desamor y pérdida. Su voz transmite fragilidad y belleza a la vez, que relata la cotidianeidad del dolor y los momentos amargos que pasan.
Sorpresivamente, es el primer disco de Japanese Breakfast completamente grabado en un estudio
For Melancholy Brunettes es el cuarto álbum de Zauner, pero también, en cierto modo, su primer álbum de estudio. Los discos pasados se grabaron en espacios improvisados, pero para este, uso el estudio del productor Blake Mills (Fiona Apple, Perfume Genius).
En rolas como “Orlando” y “Here Is Someone” se nota toda la diferencia en el sonido de Zauner, con inicios orquestales que resultan muy melancólicolicos para conmovernos.
El disco más cinematográfico de Michelle Zauner es devastador y reconfortante a la vez
Parece que Japanese Breakfast está dirigiendo una película con este disco, con personajes, momentos de clímax y mucho pero mucho trabajo en crear atmósferas y contextos.
Muestra de esto es “Picture Window”, una historia de amor y un desenlace feo para algo prometedor, con Michelle repitiendo mantras que le dan sentido a la pérdida amorosa: “Todos mis fantasmas son reales”.
Una colaboración inesperada en voz del mismísimo Jeff Bridges
El disco transcurre de manera ligera y natural, con el sonido bastante congruente de Japanese Breakfast, hasta que en la octava rola escuchamos a un invitado atípico para la discografía de Michelle Zauner. Para “Men in Bars”, el legendario actor Jeff Bridges participa en la voz, algo inesperado que le da un buen sonido a manera de diálogo a la canción
