
En esta época de calor, existen pocos placeres tan grandes como escapar de la contaminación y el bullicio de la ciudad para tomar aire y ver paisajes imposiblemente hermosos. Entre todas las opciones, Veracruz nos ofrece lo mejor de todos los mundos en un solo estado. Gastronomía deliciosa, montañas, cafetales y naturaleza desbordada.
A poco más de tres horas de la ciudad, a sólo 323 km, este estado está lleno de bellezas inadvertidas que deambulan entre la historia y la biodiversidad. Aquí podemos explorar todo, el pico más alto de México, una selva tupida totalmente verde, zonas arqueológicas, montañas y cafetales perdidos en la nada, para andar entre la niebla.

Si esto no fuera suficiente, Veracruz es un nido de cultura. Durante todo el año, el estado se llena de fiestas y manifestaciones culturales hechas para celebrar la vida y honrar creencias de otro tiempo.
Desde la feria del café, los primeros días de mayo, hasta el tradicional Carnaval de Veracruz en esta parte del mundo los colores flotan en el aire.
Con esto en mente, y porque viajar siempre es una buena manera de existir, hemos seleccionado cinco paisajes que desafiarán no sólo lo que sabemos de Veracruz, sino de México.
Un poco de historia del estado
Los primeros habitantes de Veracruz fueron los totonacas, olmecas y huastecos. Su riqueza de ecosistemas propició que varios pueblos se refugiaran dentro sus bosques y selvas y edificaran ahí en medio de la naturaleza su cosmogonía y arquitectura.
El destino de los pueblos originarios cambió en 1519, cuando Hernán Cortés y sus barcos descubrieron México ahí. Fue así como cerca del puerto se fundó el primer ayuntamiento ibérico, la Villa Rica. Durante muchos siglos, Veracruz se convirtió en el principal punto de comercial del país, de hecho ahí entraban y salían todas las mercancías.

Durante la independencia, Veracruz jugó un papel esencial, al punto que en 1825, los jarochos lograron en este territorio la victoria absoluta sobre el último batallón español que quedaba en nuestro país, dándole así a nuestro país la soberanía absoluta.

Por su parte, durante la Revolución, Veracruz ocupó un lugar vital. Ahí ocurrió, la famosa huelga de río blanco en 1907, que marcó un precedente importantísimo para el inicio del movimiento armado. Fue ahí donde comenzaron a escucharse las primeras voces contra la dictadura de Porfirio Díaz.
A pesar de los cambios sociales y de los malos y buenos tiempos, Veracruz se mantiene importante e indestructiblemente bello. Es un reflejo de nuestra identidad y uno de esos lugares imperdibles donde el tiempo se detiene, para contemplar la belleza de la vida.
Cinco paisajes de Veracruz, para ver una vez en la vida
Dicho lo anterior, y para inspirarlos a que viajen y conozcan las bellezas de México, aquí les dejamos un mosaico de bellezas cerca del Golfo de México. Una pequeña guía para ver todo lo que este estado tienen para ofrecer.
Tlacotalpan
A poco más de una hora de Córdova, este Pueblo Mágico es a la vez un lugar para apreciar la belleza del río Papaloapan y un portal del tiempo para admirar una arquitectura ecléctica que mezcla las influencias costeras y las coloniales.

Imaginen casitas de colores, portales grades, plazas con banquetas mármol y parroquias con relojes antiguos y cúpulas hechas de piedra coral. En este pueblo el mar coexiste de manera magistral con la historia.
Papantla
Conocido como “el lugar de los pájaros ruidosos”, este pueblo se ha hecho famoso por los voladores, un grupo de bailarines que desde hace siglos danzan en el aire para pedir la fertilidad de le tierra.

Pero además, Papantla es el lugar que vio nacer a la vainilla, una flor que aromatiza los campos y enaltece los sabores y por Tajín un sitio arqueológico donde podemos descubrir el legado prehispánico de Veracruz.
Pico de Orizaba
Se trata de la montaña volcánica más alta de todo el país. Un pico que mide 5,636 metros sobre el nivel el mar, que era conocido por los pueblos originarios como “Citlaltépetl” una palabra náhuatl que se puede traducir como “monte estrella”.

Este sitio es perfecto para los que quieran explorar la naturaleza. Su parque nacional ofrece una caminata poética entre árboles y horizontes infinitos y diversas rutas y senderos para los que quieran subir a la montaña.
Xico
Fundado en el siglo XIV por los totonacas, Xico es un museo vivo que nos ofrece vestigios indígenas, conocimientos ancestrales, que se han pasado de generación en generación y una compilación de obras de arte de la naturaleza, entre las que destacan las cascadas de Texolo y de la Monja.

Además, este pueblo cuenta con una de las mejores gastronomía del estado, basta con probar su mole dulce o los clásico chiles rellenos para entender que Veracruz ha heredado una gran tradición culinaria.
Cofre de Perote
Si hablamos de maravillas al aire libre, pocas cosas como este Parque Nacional ubicado al pie de la montaña de Perote, un volcán apagado que, según los geólogos, tiene más de veinte millones de años.

Este Parque Nacional nos permite hacer excursiones en el bosque para ver cientos y cientos de especies vegetales, algunas endémicas, que convierten el asenso a la cima, en una aventura emocionante.
Xalapa
El recorrido termina en la capital. Una ciudad vibrante y famosa por la gran aportación que ha hecho en las artes y la cultura. Y es que desde tiempos remotos, Xalapa ha sido la cuna y la escuela de algunos de los artistas más reconocidos del país.

Además de ofrecerle a los visitantes un café delicioso (quizá el mejor de México), la ciudad jarocha es profundamente hermosa; calles empedradas, jardines por todos lados y bosques inadvertidos que aparecen, sin que los busquemos, en cualquier rincón