
Miles de personas dan el último adiós al papa Francisco este miércoles 23 de abril en la basílica de San Pedro.
Los fieles comenzaron a entrar en punto de las las 11:00 h local de manera ordenada a dicho sitio para poder detenerse algunos instantes ante el féretro.
La basílica permanecerá abierta este miércoles hasta la medianoche y el jueves 24 de abril volverá a abrir en punto de las 7:00 h y hasta el viernes a las 19:00 h cuando se cerrará para comenzar el rito del cierre del féretro.
Largas filas se comenzaron a formar ya desde primeras horas de la mañana en espera de que se abriese la basílica para asistir al traslado del féretro desde la capilla de Santa Marta a San Pedro.
Las personas pudieron acceder solo después de que los cardenales, obispos y el personal del Vaticano le dieron su último adiós.
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El féretro del papa Francisco fue colocado frente a la tumba de San Pedro, enfrente del imponente baldaquino de Bernini, y se acordonó la zona para que las personas se sitúen a una determinada distancia.
El ataúd con los restos mortales de Francisco recorrió en una procesión la plaza de Santa Marta, la plaza de los Protomartires Romanos y atravesó el Arco de las Campanas hasta salir a la plaza de San Pedro y entrar en la Basílica Vaticana por la puerta central.
El féretro estaba precedido por los cardenales presentes en Roma, mientras que la cerraban las personas que más cerca estuvieron del pontífice, sus secretarios y sus asistentes.
Con información de EFE
Es impresionante ver cómo la gente se une para despedir a alguien tan importante. Las largas filas son un claro reflejo del cariño y respeto que muchos sienten por él. Sin embargo, es un poco triste que, a veces, se necesiten estas situaciones para que la gente valore más a quienes han hecho tanto por la comunidad. Ojalá este momento sirva para recordar la importancia de la empatía y el apoyo en vida.
Es impresionante ver cómo la gente se une para despedir a alguien tan importante como el papa Francisco. Las filas son largas, pero eso demuestra cuánto lo querían y lo que significó para muchos. Es un momento emotivo y la muestra de cariño de los fieles es conmovedora. Sin embargo, también me parece un poco triste que se necesiten tantas horas de espera para rendir homenaje. Ojalá se pudiera encontrar una forma más rápida y accesible para que todos pudieran despedirse sin tanto sufrimiento.