BUÑOL, España (EFE).— La localidad española de Buñol volvió a colorear de rojo sus calles más céntricas con 120,000 kilos de tomates de la variedad pera en su mundialmente conocida Fiesta de la Tomatina 2024, que este año ofreció su experiencia más VIP con entradas a 500 euros (556 dólares) para vivirla desde dentro de los camiones que transportan la atípica munición.
Como cada último miércoles de agosto, este festejo, que cumple 77 ediciones, superó sus expectativas, con más de 20,000 asistentes, entre participantes de variadas nacionalidades que compraron su pase a 15 euros (16.68 dólares), y los vecinos, exentos de pago.
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Gallia est omnis divisa in partes tres, quarum unam incolunt Belgae, aliam Aquitani, tertiam qui ipsorum lingua Celtae -
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Sobre estas líneas y abajo, la batalla campal en que se convirtió ayer la “Tomatina”. A la izquierda, una joven pareja se besa mientras toma un descanso sobre el puré de tomate -
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Vista aérea de Buñol, participantes VIP en un camión de tomates, la multitud bañada de rojo y una joven prueba su puntería con dos combatientes que la desafían -
Asistentes al festejo anual se bañan en un charco de tomates aplastados. Algunos utilizaron gafas de bucear o disfraces de pepino, gladiador o cebolla; gorros, ropa y calzado que uno esté dispuesto a tirar -
Todo para disfrutar de una fiesta que surgió casi por casualidad de la mano de unos jóvenes en 1945 y que ya se convirtió en ícono del municipio de Buñol y de la Comunidad Valenciana, así como en cita masiva cuyas imágenes dan la vuelta al mundo por televisión y en redes sociales.
Fiesta de la Tomatina 2024 en España: así se vivió la guerra de tomatazos en Buñol
Dos horas antes del inicio de la batalla, las calles del pueblo de Buñol fueron tomadas por miles de participantes ataviados con camisetas blancas —como manda la tradición— que aguardaron con impaciencia el inicio de la fiesta tomando fuerzas con un almuerzo, bailando o intentando ganar un jamón colgado al final de un palo encebado.
Buñol, la capital mundial del tomate, en el este de España y a unos 40 kilómetros de Valencia, inició su fiesta al mediodía con la tradicional carcasa que da paso al lento recorrido por apenas 400 metros de calle de los camiones con las toneladas de tomates bien maduros y jugosos, no aptos para el consumo pero perfectos como proyectiles en esta “batalla campal”.
Con un dispositivo especial de seguridad formado por más de 150 agentes de la Guardia Civil, la participación preventiva, por primera vez, del Consorcio de Bomberos de Valencia y varios voluntarios con petos morados como puntos contra la violencia machista, durante 60 minutos los tomates volaron en esta guerra internacional en la que todos son blanco de los tomatazos.
Guerra internacional de tomatazos
El presidente del gobierno regional, Carlos Mazón, se subió a un camión junto a la alcaldesa Virgina Sanz, como se comprometió el año pasado, y contó en directo por redes sociales el festejo, a su juicio, “más internacional, no solo de Valencia y la Comunitat Valenciana sino de España”.
No faltaron las gafas de bucear como la forma más segura de proteger los ojos del ácido de los tomates —que se deben chafar antes de lanzarlos para no causar daño— ni los disfraces —de pepino, gladiador o cebolla—, las fundas para los móviles, pelos recogidos, gorros, y ropa y calzado que uno esté dispuesto a tirar.
Entre los participantes había gente llegada del resto de la comunidad y de España así como de países tan distantes como China, Estados Unidos, India, Japón, Australia, Canadá, Gran Bretaña y muchos lugares de toda Europa.
Fiesta de la Tomatina 2024 con ambiente húmedo y cálido
Aunque nublado, el ambiente húmedo y cálido ha protagonizado el día, por lo que los contendientes agradecían ser refrescados con el agua de cubos y mangueras que les tiraban desde varios puntos en la calle, ventanas y balcones de unas fachadas bien protegidas con plásticos, e incluso maderas, para aguantar este tiroteo de tomates.
El sonido de otra carcasa, que se hizo esperar unos minutos, anunció el final de la Fiesta de la Tomatina 2024 en España, que dejó una estampa de participantes exhaustos en Buñol tras haber soltado mucha adrenalina durante una hora, con camisetas blancas en tono rosa, restos de tomate por todo el cuerpo y calles convertidas en ríos de lava roja y pringosa.
Con el olor a tomate todavía en el ambiente y la multitud desvaneciéndose del epicentro de la lucha y yendo hacia las duchas, se iniciaron las labores de limpieza de fachadas y calles que, en poco tiempo, quedaron impolutas y desinfectadas por el ácido del fruto rojo usado como artillería en esta original batalla, que ya espera con ganas su edición de 2025.
Festejo Vigilancia
Tuvo dispositivo especial de seguridad formado por más de 150 agentes de la Guardia Civil.
Violencia machista
Participaron bomberos de Valencia y voluntarios con petos morados contra la violencia machista.
Visitantes
De China, Estados Unidos, India, Japón, Australia, Canadá, Gran Bretaña y otros lugares de Europa.
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