
6 DE MAYO 2025- El pasado sábado 3 de mayo, el municipio de Calderitas, ubicado en el sur de Quintana Roo, fue escenario de un feminicidio que ha conmocionado a la comunidad. Isabel, una mujer que había sido víctima de abuso por parte de su expareja sentimental, fue asesinada a balazos en plena vía pública. La violencia de este acto se suma a una serie de amenazas y acusaciones de sustracción de menores, que ahora mantienen a sus familiares en un estado de incertidumbre y miedo. Las autoridades ya han detenido al agresor, pero la tragedia sigue afectando a los seres queridos de la víctima.
Un crimen a plena luz del día: la ejecución de Isabel
La noche del sábado, Isabel caminaba tranquilamente por la calle Jalisco con Tizimín cuando su expareja, identificado como Luis Alberto, le disparó en siete ocasiones, causándole la muerte en el acto. La agresión fue violenta y ocurrió en medio de la vía pública, lo que generó una gran alarma entre los vecinos de la zona. Después de cometer el crimen, el agresor huyó hacia la colonia Luis Echeverría Álvarez, pero fue rápidamente detenido por la Guardia Nacional y la Policía Estatal Preventiva (PEP), quienes lograron interceptarlo antes de que pudiera escapar más lejos.

La violencia no terminó con el asesinato: amenazas y despojo de menores
La tragedia no terminó con la muerte de Isabel. Después de asesinarla, Luis Alberto amenazó de muerte a varios familiares cercanos de la víctima, así como a los testigos que se encontraban en el lugar. Además, intentó manipular a las autoridades para llegar a un arreglo que le permitiera evadir las consecuencias del crimen. Sin embargo, las autoridades no cedieron ante sus intentos. Durante el funeral de Isabel, los familiares del presunto homicida irrumpieron de manera violenta, llevándose a los hijos de la víctima durante la misa de cuerpo presente, en un acto que muchos consideran como un intento de sustracción de menores.
La denuncia y el temor: un ambiente de violencia incontrolable
El conflicto no terminó con el funeral. En el Cementerio de Calderitas, un familiar cercano del agresor amenazó a la expareja de Isabel, diciendo que ella sería «la segunda muerta». Estas amenazas están relacionadas con la supuesta pertenencia de Luis Alberto a un grupo criminal de alta peligrosidad, lo que incrementa el nivel de violencia e inseguridad en la región. La familia de Isabel, sumida en el dolor por la pérdida, teme por la seguridad de sus hijos y exige medidas preventivas de protección, al conocer la peligrosidad de los involucrados.
Proceso judicial y dudas sobre la libertad del presunto homicida
Lo que ha generado aún más indignación en los familiares de Isabel es el hecho de que Luis Alberto se encontraba en libertad a pesar de enfrentar varios cargos por delitos como portación ilegal de armas y delitos contra la salud. Esto ha levantado sospechas sobre la extraña liberación del agresor, a pesar de sus antecedentes criminales. La falta de un proceso judicial claro en su contra y la posibilidad de que haya influido en su liberación son motivos de preocupación para los afectados, quienes aseguran que la decisión de las autoridades puso en riesgo a la víctima y su familia.

Exigen justicia y protección para los hijos de la víctima
Los familiares de Isabel no solo piden justicia por el feminicidio cometido contra ella, sino que también exigen que se garantice la seguridad de sus hijos, quienes se encuentran ahora bajo una situación extremadamente vulnerable. Los afectados temen que el entorno de violencia en el que se encuentran los menores les cause un daño irreversible. Ante esta situación, han solicitado la intervención urgente de las autoridades para asegurar la custodia de los niños y evitar que se sigan cometiendo actos de violencia en su contra.