Una facturación de 1,181 millones de pesos con la entonces Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) entre 2023 y 2024 acumula con nueve contratos nuevos la empresa Bercale Services, con origen en el grupo de poder del líder senatorial morenista Adán Augusto López Hernández, y ha pasado a manos de la empresaria queretana Anna Viesca Sánchez, nuera del exsecretario de Educación tabasqueño, Carlos Prats Pérez.
De acuerdo con el medio Emeequis, Bercale es un proveedor consentido de la Defensa y, como publicó en agosto, fue fundada por los empresarios tabasqueños Carlos Prats García y Leonardo Fernández Compañ, quienes son hijos respectivamente de políticos cercanos a López Hernández: Prats Pérez y Tomás Fernández Torrano.
Prats Pérez también fue compañero de gabinete de Adán Augusto en la gubernatura del priísta Manuel Gurría Ordóñez, y Fernández Torrano el morenista que compitió en 2018 por la candidatura al Gobierno del Estado.
Documentos notariales señalan que Anna Viesca es apoderada general de Bercale Services desde el 25 de marzo de 2021 (folio mercantil N-2019100920). También de esposa de Carlos Prats García, es decir, nuera del exsecretario de Educación.
Esa empresa vende de todo al Ejército Mexicano, desde edredones y sábanas para hotel, hasta montacargas, equipos para mantenimiento, utensilios de cocina y tintas para impresión, entre otros insumos.
Adicionalmente, Anna Viesca ha facturado como persona física a la institución castrense más de 16 millones de pesos de 2019 a la fecha.
De un vistazo
Contratos con retrasos
Anna Viesca y su esposo, Carlos Prats García, están ligados a las empresas Servicorvel, Soldi Capital Sofom ENR y Avacor, todas contratistas de la Defensa, que han presentado retrasos en el cumplimiento de los contratos, según difundió la OEM y El Universal. También hay un caso de un surtido de chalecos antibalas para la Guardia Nacional.
¡Vaya, qué sorpresa! Resulta que Defensa ha decidido otorgar contratos de más de $1 millón. ¿Quién iba a imaginarlo? Parece que el dinero les sobra y no tienen problemas en gastarlo en contratos dudosos. Supongo que hay otras cosas más importantes en las que podrían invertir ese dinero, pero qué sabré yo. En fin, parece que los favores y las influencias siguen funcionando a la perfección. ¡Bravo, Defensa, bravo!