15 DE SEPTIEMBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. La paciencia de las familias de los rehenes israelíes retenidos por Hamás se está agotando. En un comunicado contundente, el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos ha acusado al primer ministro Benjamin Netanyahu de ser un obstáculo para el regreso de sus seres queridos. La agrupación denunció que «cada vez que estamos cerca de un acuerdo, Netanyahu lo sabotea», una acusación directa que ha aumentado la presión sobre el mandatario. El ataque israelí contra una casa en Qatar, donde líderes de Hamás estaban reunidos para discutir una propuesta de alto al fuego, ha sido el último evento que ha provocado la ira de los familiares, ya que, según ellos, este tipo de acciones han puesto en peligro el sabotear acuerdo de liberación.

Netanyahu defendió su decisión de atacar, argumentando que liquidar a los líderes de Hamás eliminaría el «principal obstáculo» para la liberación de los rehenes y el fin de la guerra. Sin embargo, el grupo de familiares calificó esta justificación como una «última excusa para no traer a casa» a sus seres queridos. Han acusado al primer ministro de usar «evasivas» que han costado la vida a 42 rehenes y que amenazan a los que aún sobreviven. El sabotear acuerdo de la liberación ha sido una táctica política de Netanyahu, según los familiares de los rehenes, para mantenerse en el poder.
Protestas y críticas a la nueva ofensiva
Las acusaciones contra Netanyahu no se limitan a los familiares de los rehenes. La sociedad israelí ha sido escenario de crecientes protestas contra la política del primer ministro tras los ataques del 7 de octubre de 2023. Sharon Alony Cunio, una de las exrehenes, afirmó en una protesta en Tel Aviv que no está dispuesta a quedar viuda «por la indecisión o el sabotaje de un acuerdo» por parte del gobierno. En similares términos, Einav Zangauker, cuyo hijo sigue cautivo, declaró que Netanyahu no busca bombardear a los líderes de Hamás, sino «nuestra oportunidad de recuperar a nuestros seres queridos», lo que demuestra la profunda desconfianza que existe en el sabotear acuerdo y el liderazgo del primer ministro.

Mientras tanto, las fuerzas israelíes han intensificado su ofensiva en la ciudad de Gaza, reduciendo a escombros bloques enteros de apartamentos. El Foro de Familiares de los rehenes cuestiona la nueva ofensiva, afirmando que no es una guerra para derrocar a Hamás, sino una «guerra que amenaza con derrocar a la sociedad israelí». Esta dura crítica pone de relieve la preocupación de la población por el alto costo humano y social de la guerra. La ofensiva de Gaza, que ha sido condenada por la ONU, es vista por muchos como otro ejemplo de la política de Netanyahu, que busca sabotear acuerdos para prolongar la guerra.
El ataque israelí en Qatar también ha generado tensiones con Estados Unidos. El secretario de Estado, Marco Rubio, ha declarado que el presidente Trump «no estaba contento» con la acción, aunque enfatizó que la relación con Israel sigue siendo «muy sólida». A pesar de la condena internacional, la administración de Trump se mantiene firme en su apoyo a Israel, lo que genera un dilema en la diplomacia internacional. La sabotear acuerdo entre ambas naciones ha sido algo crucial para la relación de los dos países.

El conflicto entre el gobierno de Netanyahu y las familias de los rehenes revela una profunda división en la sociedad israelí. El primer ministro, por un lado, se enfrenta a la presión de la extrema derecha de su coalición para continuar la guerra y evitar cualquier acuerdo comercial que implique concesiones a Hamás. Por otro lado, las familias, la oposición política y una gran parte de la población exigen la liberación de los rehenes a cualquier costo. Esta fractura ha generado un debate sobre la prioridad del gobierno: ¿es la guerra para erradicar a Hamás o para asegurar la liberación de los cautivos? Esta tensión ha llevado a Netanyahu a una posición difícil, donde cualquier decisión que tome es criticada, y ha sido acusado por muchos de sabotear acuerdos de paz para mantenerse en el poder, a pesar de las protestas de los familiares de los rehenes.