11 de Julio del 2025.- Tras las inundaciones en Guanajuato ocurridas el pasado 21 de junio en la comunidad de San Pedro de Ibarra, municipio de Ocampo, 151 familias recibieron apoyos directos para recuperar parte de su patrimonio. Las lluvias provocaron la rotura de la presa “Las Golondrinas” en la Sierra de Lobos, desatando una corriente de agua que afectó gravemente a la población.
La gobernadora Libia García Muñoz Ledo encabezó la entrega de ayuda, que incluyó mil 534 artículos entre electrodomésticos, colchones, camas y muebles, con un valor estimado de 6.2 millones de pesos. La distribución fue realizada casa por casa, como respuesta a los daños provocados por el desbordamiento. La emergencia dejó a dos personas lesionadas, afectó a 950 vecinos y dañó 244 viviendas, así como infraestructura urbana y educativa.
Entre los artículos entregados destacan refrigeradores, estufas, tanques de gas, lavadoras, salas, comedores y roperos, todos esenciales para la vida diaria. También se otorgaron actas de nacimiento, CURP y registros nuevos, debido a que muchas personas perdieron su documentación en medio de la inundación. El nivel del agua llegó a superar el metro de altura en algunas casas.
Además de los apoyos materiales, el gobierno estatal ofreció kits de limpieza y asesorías para ayudar a las familias a reconstruir sus hogares y recuperar cierta normalidad. Las autoridades también informaron que se brindaron 30 asesorías legales y se procesaron documentos personales para facilitar trámites posteriores.
Si bien las acciones de emergencia han sido importantes, especialistas en gestión de riesgo advierten que este tipo de desastres podrían repetirse si no se revisa el estado de presas y cuerpos de agua en zonas rurales del estado. El caso de “Las Golondrinas” evidencia la falta de mantenimiento preventivo y monitoreo constante, elementos clave para evitar nuevas tragedias. La Comisión Estatal del Agua y Protección Civil podrían implementar sistemas de alerta temprana y reforzar la infraestructura hídrica, especialmente en temporada de lluvias. En comunidades como San Pedro de Ibarra, se requiere además de inversión en educación comunitaria sobre protocolos de emergencia y gestión ambiental para reducir la vulnerabilidad.
