
Estuvo siete días en coma y le hicieron cirugías y una amputación
BOISE, Idaho, EE.UU., 12 de abril de 2025 (AP).— Un adolescente con discapacidad intelectual falleció hoy sábado, cuando se le retiró el soporte vital, siete días después que recibió varios disparos de la Policía de Idaho desde el otro lado de una cerca de alambre mientras sostenía un cuchillo.
La víctima es Víctor Pérez, quien tenía 17 años de edad, autismo y parálisis cerebral y sin capacidad verbal.
Desde el mismo día del tiroteo, el 5 de abril, quedó en coma, y las pruebas de ayer viernes mostraron que no tenía actividad cerebral, informó su tía Ana Vázquez a The Associated Press.
A Víctor le hicieron varias cirugías, en las que los médicos le extrajeron nueve balas y le amputaron la pierna izquierda.
Menor baleado por la Policía
La Policía de Pocatello, ciudad del suroeste de Idaho, respondió a una llamada al 911 en la que informaron que un hombre armado con un cuchillo y aparentemente intoxicado perseguía a alguien en un patio.
Era mi sobrino, quien no estaba intoxicado, pero caminaba con un paso vacilante debido a sus discapacidades, indicó Ana Vázquez.
Sus familiares habían tratado de quitarle el gran cuchillo de cocina.
Un video tomado por un vecino mostró que Víctor se cayó y estaba tendido en el patio cuando llegaron cuatro policías que corrieron hacia la cerca que lo rodea.
De inmediato, los oficiales le ordenaron que soltara el cuchillo.
Pero Víctor se levantó y comenzó a tambalearse hacia los policías.
Los agentes abrieron fuego aproximadamente 12 segundos después de salir de sus patrullas y no hicieron ningún esfuerzo aparente por distender la situación.
Autistic Teen Clinging to Life After Idaho Police Unleash Barrage of Bullets—Is This Trump’s America
POCATELLO, Idaho — A 17-year-old autistic boy, Victor Perez, is in critical condition after Pocatello police shot him nine times in his backyard on April 5, 2025, sparking… pic.twitter.com/vYOlvvCE7Y
— JAS (@JasADRxquisites) April 8, 2025
“Todos trataban de decirle a la Policía: ‘No, no’”, recordó la tía del menor.
“A esos cuatro agentes no les importó. No preguntaron qué pasaba, cuál era la situación”, destacó.
“¿Cómo va a saltar la cerca si apenas puede caminar?”, señaló.
Hay indignación por el menor baleado por la Policía
La balacera indignó a la familia de Víctor y a los vecinos de Pocatello.
Unas 200 personas asistieron a una vigilia hoy sábado por la mañana, fuera del hospital de Pocatello donde el adolescente fue atendido.
Estaba programada otra vigilia para la noche de hoy sábado fuera de la vivienda de la familia.
“Esos policías rompieron nuestra familia”, declaró Ana Vázquez hoy, poco después de la muerte de su sobrino.
“No hay manera de explicar el dolor que sentimos ahora mismo. Es como si nuestros corazones estuvieran vacíos, ya no están llenos”, añadió.
Aún no deciden si sancionará a policías
Las autoridades aún no revelan los nombres de los policías, pero los pusieron en licencia administrativa.
Por su parte, el fiscal del condado de Bannock, Ian Johnson, informó en un correo electrónico que el Equipo de Incidentes Críticos del Este de Idaho hará una investigación independiente del tiroteo.
Al finalizar la investigación se decidirá si la Fiscalía presenta cargos contra los cuatro policías.
“Cuando esa investigación esté completa, se presentará un informe para su revisión”, indicó.
“En un esfuerzo continuo por asegurar un análisis independiente y objetivo, dicho informe será revisado por una agencia fuera del condado de Bannock”, precisó.
El alcalde habla del menor baleado por la Policía
A su vez, el alcalde de Pocatello, Brian Blad, dijo ayer viernes en un comunicado, después de que la familia anunciara que Víctor Pérez no tenía actividad cerebral, que los pensamientos y oraciones de las autoridades estaban con ellos.
El edil afirmó que “reconocemos el dolor y la pena que este incidente ha causado en nuestra comunidad”.
Un día antes, el jueves 10, el alcalde declaró que la ciudad “aborda este asunto con la seriedad y exhaustividad que merece y con el respeto que corresponde a la gravedad de la situación”.
“Las investigaciones penales, externas e internas, sobre el tiroteo en el que participaron agentes policiacos están en curso, por lo que no podemos responder preguntas para no interferir o comprometer la investigación”, afirmó.
Recuerdan al menor baleado por la Policía
Víctor amaba ver lucha libre profesional, comer papas fritas y pasear de la mano de su madre, dijo su tía Ana Vázquez.
Relató que su sobrino siempre notaba cuando ella se pintaba las uñas de su color favorito, azul, o cuando usaba un nuevo peinado, mostrando su admiración al tocar su cabello.
“Lo voy a extrañar cuando se ponía en sus extraños estados de ánimo, y solía acostarlo”.
“No quería dormir y se despertaba de nuevo, y yo tenía que llevarlo de vuelta a la cama. Le prometía: ‘Oye, volveré mañana, pero necesitas acostarte y dormir’”, recordó.
“No sé qué seguirá para la familia, aparte de que se hará una autopsia el lunes (14 de abril). Ahora mismo necesitamos un momento para descansar”, indicó.
Es realmente triste ver cómo la violencia se lleva a personas inocentes, especialmente a un menor que ya enfrentaba tantas dificultades. La policía debería tener más cuidado y buscar otras formas de manejar las situaciones, en lugar de recurrir a las armas. Este tipo de cosas no deberían pasar en una sociedad que se dice civilizada.
Es realmente triste ver cómo situaciones así terminan en tragedia. La vida de un menor, que ya enfrentaba tantas dificultades, se apagó de una manera tan violenta e injusta. La policía debería tener protocolos más claros para manejar estos casos y evitar que se repitan. La falta de empatía en situaciones críticas es algo que necesitamos cambiar urgentemente.
Es realmente triste ver cómo una situación que debió ser manejada con cuidado terminó en una tragedia. La vida de un joven con discapacidad no debería haberse perdido así. La policía tiene la responsabilidad de proteger, no de causar daño, y este caso deja muchas preguntas sobre cómo se manejan las crisis. Es hora de que se tomen medidas para evitar que algo así vuelva a suceder.