Los glaciares son las masas de hielo que se encuentran en zonas frías, generalmente en la parte alta de las montañas. Los glaciares que hay en México están en las cumbres de las elevaciones más altas que tenemos, pero debido al calentamiento global, muchos de ellos han ido desapareciendo en los últimos años al igual que en muchas otras partes del planeta.
Como podemos imaginar, los glaciares que hoy aún permanecen se encuentran en las cumbres de nuestros grandes volcanes. En el Iztaccíhuatl o el Pico de Orizaba aún tenemos estas zonas congeladas que además de ser un espectáculo fuera de lo común, contribuyen con el suministro de agua y el equilibrio ecológico de las áreas montañosas y sus alrededores.
Desafortunadamente, cada vez tenemos menos glaciares y el tamaño de los que aún permanecen disminuye debido al cambio climático y las altas temperaturas. En tiempos recientes teníamos once glaciares importantes en nuestro país, pero en la actualidad sólo quedan cinco, según los expertos, lo que afecta a la ecología en general.
Los glaciares que permanecen en México
Estas masas de hielo consideradas como glaciares se encuentran en áreas con más de 5 mil metros de altitud. El volcán Popocatépetl, con 5 mil 420 metros sobre el nivel del mar tenía dos glaciares para finales del siglo XX que eran conocidos como “del ventorrillo” y “noroccidental”, pero se extinguieron a principios del año 2001 a causa de las erupciones del volcán.
Aunque el Popo tenga nevadas en sus zonas altas, estas superficies heladas ya no permanecen en sus cumbres como antes.
Los glaciares que todavía encontramos en las altas cimas están en los otros dos grandes volcanes de nuestro país, que son el Citlaltépetl o Pico de Orizaba con 5 mil 670 metros de altura y el Iztaccíhuatl o “La mujer dormida”, que mide 5 mil 240 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Glaciares del Iztaccíhuatl
Para mediados del siglo XX, el volcán Iztaccíhuatl, situado entre los límites del Estado de México y Puebla, contaba con un total de 12 glaciares diferentes en sus cumbres. Hoy en día sólo permanecen tres de ellos y son conocidos como el “del pecho”, el “de la panza” y el “suroriental” y abarcan un área de 0.6 kilómetros cuadrados, cuando en el pasado su área llegó a ocupar 6.23 kilómetros cuadrados.
La desaparición de los glaciares de la “mujer dormida” ha sido gradual. Para 1982 desaparecieron los conocidos como el “del cuello”, el “oeste-noroeste”, el “suroriental” y el de San Agustín. Para 2018 el glaciar conocido como Ayoloco o “lugar del corazón del agua” también desapareció. Era uno de los más emblemáticos del volcán por ser el más grande y por permanecer durante todo el año.
Glaciares del Citlaltépetl
Para 1958 el Pico de Orizaba o Citlaltépetl tenía cuatro grandes glaciares que abarcaban un área total de 9.5 kilómetros cuadrados. En la actualidad sólo permanecen dos de ellos, los conocidos como el “norte” o “Jamapa”, considerado como el más importante de México y el “pequeño noroccidental”. Tristemente, los científicos les dan de dos a tres décadas más de existencia si las condiciones no mejoran.
La extinción del glaciar Jamapa puede ser más acelerada de lo que se prevé. Con esto, las zonas bajas del volcán ubicado entre Puebla y Veracruz dejarían de recibir agua, afectando a los bosques y a los muchos cultivos de maíz, frijol y papa que hay en sus faldas. Se calcula que este glaciar tiene una existencia de 550 mil años y su desaparición aumentaría la temperatura de las cercanías del Citlaltépetl hasta en cinco grados centígrados.
Cómo cuidar los glaciares mexicanos
Estas grandes masas de hielo son parte importante del equilibrio ambiental y como todos los elementos naturales de nuestro planeta, requieren de ciertos cuidados para que continúen con su ciclo normal de existencia, lo que hoy podría parecer imposible. Resulta difícil detener el calentamiento global, pero tomando las medidas necesarias se podría reducir a largo plazo.
Entre las medidas necesarias para cuidar el medio ambiente tenemos el uso de energías limpias y sustentables, el reciclaje, la reducción de los gases de efecto invernadero, producidas por los combustibles fósiles y la tala inmoderada de los bosques y otros factores, así como el que cada uno de nosotros adquiera una conducta ecológicamente responsable al reducir el uso de vehículos motorizados y ahorrar en nuestro consumo de agua y electricidad.
Los glaciares de México son un privilegio de nuestro ecosistema y forman parte de la belleza que nos brinda la naturaleza. El medio ambiente es responsabilidad de cada uno de nosotros. Si lo cuidamos, en el futuro tendremos un mundo ecológicamente más equilibrado.