
17-Julio-2025.-La Cigüeña Jabirú, una de las aves más imponentes de América y catalogada como especie en Peligro de Extinción, fue registrada por primera vez en la isla de Cozumel, marcando un hecho histórico en el monitoreo de fauna silvestre del estado. Este descubrimiento fue confirmado por la Fundación de Parques y Museos de Cozumel (FPMC), a través del Centro de Conservación y Educación Ambiental (CCEA), con el apoyo de la comunidad local que reportó el avistamiento.
El biólogo Rafael Chacón Díaz, director del CCEA, detalló que, según la plataforma eBird, en todo el año solo se habían reportado dos registros de Cigüeña Jabirú en Quintana Roo, uno en Tulum y otro en Mahahual. Sin embargo, este avistamiento en Cozumel representa el primer registro oficial en la historia de la isla, lo que resalta la riqueza ambiental del territorio insular como posible refugio de especies amenazadas.
La manejadora de recursos naturales, Paulina Sabido Villanueva, destacó las características únicas de esta ave: llega a medir hasta 1.40 metros de longitud, tiene un plumaje blanco brillante, cuello con franja rojiza, cabeza y pico negros, y suele habitar en humedales, pantanos o zonas inundadas. Su papel ecológico es clave, ya que se alimenta de peces, anfibios, reptiles y artrópodos, ayudando a mantener el equilibrio en los ecosistemas acuáticos.

Además de representar un hito en el estudio de la avifauna local, este hallazgo resalta la importancia de la participación ciudadana en los procesos de monitoreo ambiental. Fue gracias al reporte de personas de la comunidad que se logró documentar este avistamiento, lo que demuestra que la conservación de especies no solo depende de expertos, sino también del involucramiento activo de la población.
Como valor agregado, especialistas han señalado que este tipo de avistamientos podrían estar vinculados al cambio en los patrones migratorios debido a la alteración de hábitats en el continente, especialmente en zonas afectadas por la urbanización o la contaminación de cuerpos de agua. Esto convierte a islas como Cozumel en posibles refugios alternativos para especies que están perdiendo sus hábitats naturales en otras regiones.
La directora general de la FPMC, Juanita Alonso Marrufo, agradeció a quienes reportaron el caso y reafirmó el compromiso de la fundación con la protección de los ecosistemas insulares, en línea con el Nuevo Acuerdo por el Bienestar y Desarrollo de Quintana Roo impulsado por la gobernadora Mara Lezama. Este esfuerzo no solo busca preservar el patrimonio natural, sino también garantizar que futuras generaciones puedan disfrutar de la biodiversidad única del estado.