
1 de Agosto del 2025.- En el marco de un creciente conflicto diplomático, el juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal de Brasil, fue sancionado por el gobierno de Estados Unidos bajo la Ley Global Magnitsky. Esta legislación permite imponer sanciones a extranjeros acusados de violaciones graves a los derechos humanos o de corrupción. La medida se produjo después de que Washington exigiera, sin éxito, que el magistrado retirara los cargos contra el expresidente Jair Bolsonaro.
De Moraes, conocido por su papel firme en procesos judiciales de alto impacto, conduce una causa penal contra Bolsonaro, quien enfrenta acusaciones por su presunta participación en un intento de golpe de Estado tras perder las elecciones presidenciales de 2022 ante Luiz Inácio Lula da Silva. Esta situación coloca al magistrado en el centro de una tormenta política que trasciende las fronteras brasileñas.
Impacto de las medidas de Estados Unidos
El expresidente Donald Trump, aliado cercano de Bolsonaro, acompañó la sanción con una orden ejecutiva que eleva al 50% los aranceles sobre diversos productos brasileños. Aunque la nueva tarifa incluye múltiples exenciones, representa un golpe significativo a las exportaciones brasileñas. Trump justificó estas acciones acusando al sistema judicial brasileño de llevar adelante una «caza de brujas» contra el exmandatario.
Este episodio abre una compleja discusión sobre el alcance de la Ley Magnitsky y el uso de sanciones económicas como herramienta política. Especialistas advierten que estas medidas podrían tensar aún más las relaciones bilaterales entre ambos países, afectando sectores estratégicos de la economía brasileña y las negociaciones diplomáticas en curso.
La sanción contra un magistrado en funciones de un tribunal supremo no tiene precedentes recientes y plantea preguntas sobre la soberanía judicial de Brasil. Asimismo, subrayan que este tipo de decisiones podrían sentar un precedente delicado respecto al uso de sanciones contra funcionarios judiciales de países aliados.