MADRID, España.— Mientras en Europa cada vez más países se plantean recuperar el servicio militar obligatorio para prepararse ante un posible ataque de Rusia, en España proliferan los “preparacionistas”, aquella masa sigilosa que en la pandemia acabó con el papel higiénico.
Hoy —dos guerras después—, esa misma especie de conspiracionistas se interesa por adquirir conocimientos militares y de supervivencia por miedo al estallido de un gran conflicto.
Refugios
Los superricos preparan el frigobar de su nuevo refugio posapocalíptico, al mismo tiempo que el ciudadano raso mira con miedo el panorama internacional.
El temor ante posibles desabastecimientos empezó en 2020, con la pandemia, y luego llegó el pánico al “gran apagón”.
Pero todavía faltaban las guerras de Ucrania e Israel para terminar de “moldear” el perfil del “preparacionista”: ese ciudadano, que en pleno Covid arrasaba con el papel sanitario y hoy busca tener nociones militares, de supervivencia, por si un gran conflicto bélico estallase.
Entrevistado por el “ABC”, Marcos Cámara, portavoz de Madrid Jungla, explica que “el ‘prepping’ (termino inglés para el fenómeno) no es sólo hacer acopio de latas” pues, dice, cada vez más perfiles se interesan por la dimensión militar del “preparacionismo”.
“Yo soy un civil normal, pero he aprendido a hacer un torniquete. Es más, en nuestras clases contamos con varios exsoldados, personas que, por ejemplo, han servido en Afganistán y de las que aprendemos mucho”, relata.
Este profesional, que capitanea esta asociación madrileña que reúne semanalmente a personas que quieren “prepararse” para lo peor, asegura que la tendencia llega tan lejos y afecta a tantos sectores que sabe de grupos que viven a las afueras de Madrid que están recopilando grano desde que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, invadió Ucrania.
“Llevo 10 años almacenando comida que sé que me voy a comer en 2035”, augura.
Origen
El fenómeno de los “preparacionistas” que se interesan por adquirir los conocimientos de un soldado no deja de crecer en España, pero su origen está en Estados Unidos. Ahí esta “industria” genera al año unos 107,000 millones de dólares y ya llamó la atención de 3.7 millones de ciudadanos, según un estudio realizado por “The Hustle” y que recoge AP.
Al igual que en España, en Estados Unidos muchos “preppers” prefieren preservar el anonimato.
Es el caso de un médico de Carolina del Norte con el que contactó el “ABC” y que declara que la autosubsistencia preocupa a un número creciente de ciudadanos estadounidenses.
“Tengo mi pequeño huerto y alimentos almacenados para aguantar un año. En cualquier tipo de escenario del fin del mundo, realmente se necesitan tres meses para tener una ventaja frente al resto”, comenta.
Además, dispone de un sistema de filtración de agua y pastillas de yoduro de potasio para prevenir el envenenamiento por radiación, un escenario plausible al vivir cerca de una planta nuclear.
Ante potenciales conflictos internacionales, quiere estar preparado para lo peor: “Si ves los diarios, todos los días son malas noticias. No hace falta mucho para que la gente empiece a perder la cabeza”, expresa.
James Robinson, un veterano de las fuerzas especiales del Ejército de los Estados Unidos, también considera que el mundo se está volviendo cada vez más hostil y quiere proteger a su mujer y sus dos hijos desde su hogar en Madrid: “Vivimos en un mundo post-Oppenheimer, y es casi como si estuviéramos en la Guerra Fría de nuevo”.
En un contexto impredecible, es posible controlar algunos factores con poco esfuerzo, como tener reservas de comida, un “kit” de primeros auxilios o una vía de escape identificada en caso de incendio.
Según Robinson, su preparacionismo tiene una relación directa con su pasado militar y lo importó de su país, donde los “preppers” son legión: “Si alguna vez has sido prisionero de guerra o has estado perdido en algún tipo de situación de combate, tienes que averiguar cómo sobrevivir durante un largo periodo de tiempo”.
Perfil
En España, es común que algunos vecinos del mismo edificio no se conozcan, bien porque no coinciden en las escaleras o porque algunos prefieren no establecer vínculos.
Esta segunda opción es la que escogen los “preparacionistas”, por lo general, personas discretas y que procuran no llamar demasiado la atención.
Ignacio Ortega, que es instructor de la Escuela Española de Supervivencia, forma parte de esa tipología de “vecinos” y asegura que en los últimos años se ha incrementado en un 150% la demanda de cursillos.
Además, apunta que, si bien al principio el prototipo de clientes eran hombres de mediana edad interesados en la naturaleza y el aprovechamiento de entornos rurales, el espectro de edades y sexo se ha ido ampliando.
Según Ortega, vienen familias enteras, matrimonio e hijos, pero normalmente son personas de 22 a 55 años.
No es el único curso que ha notado la creciente demanda de peticiones.
Federico Díaz, CEO de Ociuspark, cuenta que “el aumento se notó desde la pandemia y se ha ido incrementando motivado por las actuales guerras”.
Pero también señala otra razón: la saturación de programas en la televisión de diferentes concursos como “Supervivientes” o “El conquistador”.
“Normalmente el perfil es de mediana edad (25-45 años), un 80% hombre, 15% mujeres y 5% menores”, añade.
Incendios
Este interés por la supervivencia convive con el estilo de vida “prepper”, el término con el que designan el fenómeno los anglosajones: “No sólo es válido el preparacionismo en caso de una invasión zombi, pensemos en cosas más factibles. Por ejemplo, en el incendio del edificio del Campanar en Valencia. Los vecinos huyeron con lo puesto, perdiendo incluso sus documentos de identidad y de propiedad. Esto a un preparacionista no le hubiera pasado”, cuenta Cebreiro, administrador del blog “Preparacionismo y supervivencia”, que no para de crecer en visitas.
Porque una regla básica de un “prepper” es tener lista una pequeña mochila cerca de la puerta de casa con elementos para sobrevivir 72 horas donde se incluya una memoria USB con los documentos personales importantes escaneados, explica otro “preparacionista” con el que contactó “ABC” en un cursillo de supervivencia y que prefiere ocultar su identidad porque “la primera máxima es que nadie sepa que lo eres”.
En resumen, el “preparacionismo” puede ser útil para “cualquier situación en la que se anulen las necesidades básicas”, precisan desde la Escuela Española de Supervivencia.
Independencia
Las motivaciones que impulsaron a Cebreiro a educarse sobre este movimiento se relacionan con alcanzar mayor independencia: “La seguridad de uno mismo y de su familia no pueden depender de la generosidad o disposición del gobierno”, dice.
“Te das cuenta de que dependes totalmente de grandes superficies o del Estado”, explica López, quien comparte todo lo que sabe sobre el “preparacionismo” y la supervivencia en la Escuela desde hace una década.
Antonio Martín-Cabello, sociólogo y profesor en la Universidad Rey Juan Carlos, explica que el fenómeno se alimenta de dos factores: uno ideológico y otro realista.
“El elemento real se refiere a que vivimos en un mundo cada vez más complejo y que está controlado por fuerzas impersonales”.
Se refiere a la globalización o incluso a las guerras, fenómenos de los que “no tenemos ningún control, lo que genera inseguridades”.
El otro factor es la ideología liberal en la que encaja nuestro sistema.
“Esto se explica con la idea de que cada uno debe valerse por sí mismo. Si combinas el ‘miedo’ al mundo incontrolable y que cada uno debe buscarse la vida, la solución podría encontrarse en los preparacionistas”, detalla Martín-Cabello.— ABC
Amenazas Europa
Las amenazas que se lanzan los distintos líderes europeos invitan a prepararse.
Solidaridad
Por ahora, lo que está claro es que en España, ante cualquier desgracia, “se crean redes de solidaridad entre las personas”, explica Antonio Martín-Cabello, sociólogo y profesor en la Universidad Rey Juan Carlos.
Volcán
Así es como actuaron los vecinos de Valencia tras el incendio del edificio en el Campanar, o los de la Palma con aquellos que perdieron su hogar cuando el volcán hizo erupción.
Guías
Quizás sean los “preparacionistas” los que guíen al “resto del grupo” si es que una nueva catástrofe nos golpea.
Esta nota Esperan un apocalipsis apareció primero en Diario de Yucatán.