
12 de Noviembre del 2025.- Una mujer protagonizó una increíble persecución que pareció sacada de una película, recorriendo cuatro condados diferentes del sur de California. Durante más de dos horas, la conductora logró evadir todos los intentos de la policía por detenerla. El increíble escape culminó cuando la sospechosa logró cruzar la frontera internacional y entrar a territorio mexicano, dejando atrás a las autoridades estadounidenses que la seguían.
Todo comenzó el lunes por la mañana en la localidad de Thousand Oaks. La dueña de un centro de rehabilitación para mujeres alcohólicas denunció el robo de su minivan, una Toyota Sienna modelo 2004. La denunciante identificó rápidamente a la presunta ladrona como Alyssa Wilson, de 29 años de edad, quien era residente del mismo centro de rehabilitación desde donde se sustrajo el vehículo.
Las autoridades no tardaron en localizar el vehículo robado en una localidad cercana. En ese momento, los oficiales intentaron darle el alto a la conductora, pero Wilson se negó a detenerse y pisó el acelerador. Así comenzó la persecución que se extendió por casi 300 kilómetros, atravesando los condados de Ventura, Los Ángeles, Orange y finalmente el condado de San Diego, en un trayecto hacia el sur.
Durante esta persecución de alta velocidad, la sospechosa alcanzó aproximadamente 145 kilómetros por hora en la autopista, realizando maniobras peligrosas. La dramática secuencia fue transmitida en vivo por helicópteros de varias cadenas de noticias. A pesar de los esfuerzos de la policía, Wilson demostró una habilidad sorprendente para esquivar todas las bandas de clavos que las autoridades desplegaron en el camino para intentar ponchar sus llantas.
La huida a México
Poco después del mediodía del lunes, la persecución policial llegó a un punto crítico al aproximarse al cruce fronterizo de San Ysidro, que conecta con Tijuana. Las autoridades estadounidenses tuvieron que suspender el seguimiento activo. Esta decisión se tomó debido a las limitaciones jurisdiccionales, ya que no pueden operar en México, y por las altas preocupaciones de seguridad que implicaba continuar la persecución en una zona tan transitada.
La zona del cruce de San Ysidro es uno de los pasos fronterizos terrestres más transitados del mundo, con miles de vehículos y peatones cruzando diariamente. Continuar una persecución a alta velocidad en esta área representa un riesgo extremo no solo para los oficiales y la fugitiva, sino también para cientos de civiles inocentes. Las políticas de persecución policial generalmente prohíben cruzar fronteras internacionales activamente para evitar incidentes diplomáticos y peligros mayores.








