
Siempre hace falta un buen descanso después de los días de trabajo y cualquier oportunidad para cambiar de aires es buena, y más si es en algún lugar que esté cerca de la CDMX. Si quieres un buen plan para una escapada de fin de semana o para Semana Santa, no dudes en darte una vuelta por Valle de Bravo, un pueblo tradicional mexicano lleno de belleza, historia y cultura.

Aprovecha tus días de descanso. Hay pocas cosas como perderse en el bosque entre ojos de agua y contemplar paisajes naturales únicos, además de disfrutar un paseo entre calles bonitas y un ambiente tradicional en un Pueblo Mágico mexicano que goza de un clima templado durante todo el año y resulta ideal para olvidarse de la rutina.

Aquí presentamos una pequeña guía para recorrer Valle por sus lugares más representativos. Date el chance de visitarlo, está a solamente dos horas y media de la Ciudad de México y conocer sus bosques, su lago y sus calles empedradas puede ser una experiencia difícil de olvidar, ya sea que vayas con la familia, los amigos, con tu pareja o en solitario.
Algo de la historia de Valle de Bravo
Para el tiempo de la llegada de los españoles, la región que hoy conocemos como Valle de Bravo estaba ocupada por matlazincas, un pueblo originario del Estado de México que para ese momento se encontraba dominado por el imperio mexica. En la zona arqueológica de La Peña se encontraron algunas esculturas, entierros y ofrendas y según los arqueólogos, también hay vestigios prehispánicos bajo las aguas del lago.

Su nombre en tiempos prehispánicos era el de Valle de Mazcaltepec en náhuatl y Pameje, en la lengua mazahua. Era un territorio menor, independiente de la región de Matlazinco y con la conquista toda la zona fue dominada por los españoles después de la toma de Tenochtitlan.
Según cuentan los historiadores, los frailes franciscanos se encargaron de evangelizar a la población indígena de la zona, que entonces recibió el nombre de San Francisco del Valle de Temascaltepec. Otro de los nombres que le dieron es el de Villa del Valle y en 1861 se le nombró con su nombre actual en honor al general Nicolás Bravo. También se le conoce simplemente como Valle.

El turismo de este famoso valle comenzó en 1955, después de la construcción de la presa Miguel Alemán, ante la alta demanda de electricidad de la Ciudad de México. Gracias a la presa se formó su gran lago artificial y entonces Valle se convirtió en un destino ideal para los capitalinos.
Qué hacer en Valle de Bravo
En este Pueblo Mágico hay algo para todos los gustos. Desde paseos por calles y callejones empedrados entre casas coloniales con techos de dos aguas y tejas, en el típico ambiente hospitalario de un pueblo mexicano. Valle de Bravo ofrece sitios históricos, museos y galerías, así como diferentes tiendas y su famoso mercado de artesanías.

Los antojitos típicos en sus restaurantes son una delicia. Para hospedarte vas a encontrar hoteles y hostales con precios al alcance de todos e incluso cabañas en los alrededores del pueblo, donde la calma y la paz están garantizadas. No pueden faltar los campamentos si quieres acampar y pasar la noche entre la naturaleza.
Sitios culturales y otras actividades
Si quieres dar un paseo cultural y conocer sus lugares históricos tienes que visitar la Parroquia de San Francisco de Asís, ubicada junto al Jardín Central de la Plaza Independencia en el barrio de Santa María Ahuacatlán, donde también se puede visitar la Capilla de Santa María, en la que está un Cristo Negro considerado como milagroso.

Otros lugares de interés son el Museo Arqueológico con la historia del pueblo, el museo Casa Joaquín Arcadio Pagaza, lugar donde nació este sacerdote y poeta mexicano y donde se muestran objetos relacionados con su vida junto con la obra de artistas locales y se llevan a cabo actividades como conciertos, conferencias y otras actividades culturales.

Además, en Valle vas a encontrar muchos centros de sanación y spas si quieres una sesión de masaje, de meditación o de temazcal. Y no dejes de visitar su mercado de artesanías ubicado a unas cuadras de la Plaza Principal.
Adéntrate en la naturaleza
Valle de Bravo es un lugar excelente para dar un paseo por el bosque. Respira el aire puro, intérnate entre sus árboles y conoce sus arroyos y cascadas emblemáticas. Da un paseo en bici o a caballo y no dejes de subir a su mirador de La Peña o el de Monte Alto para contemplar los paisajes espectaculares. También puedes darte una vuelta por Avándaro, que está a sólo media hora del pueblo.

El lago de Valle de Bravo es otro de sus grandes atractivos. A su alrededor existen varios embarcaderos y clubs de vela donde podrás embarcarte para recorrer sus aguas tranquilas. Si quieres actividades acuáticas emocionantes puedes practicar esquí acuático, jetsurf o dar un paseo en kayak.