
8 DE DICIEMBRE DEL 2025 – INTERNACIONAL. Al menos trece presos fueron encontrados muertos el pasado domingo en la cárcel de Machala, ubicada en la provincia de El Oro, Ecuador, lo que activó de inmediato los protocolos de seguridad. Esta nueva tragedia se desencadenó tras la detonación de un artefacto explosivo en los exteriores del centro penitenciario. La situación de violencia en las cárceles de Machala y de todo Ecuador parece agravarse, confirmando la profunda crisis de seguridad que vive el sistema penitenciario del país sudamericano.
Detonación Externa y Amenazas: El Origen de la Masacre en la Cárcel de Machala
La explosión del artefacto explosivo ocurrió en una intersección cercana a la cárcel de Machala, lo que desató la movilización de la Policía Nacional. Los agentes, al llegar al lugar de la detonación, no solo encontraron evidencia del explosivo, sino también una amenaza directa dirigida contra el director del centro penitenciario. Esta conexión entre el ataque externo y las muertes internas sugiere una operación coordinada de grupos criminales con el objetivo de desestabilizar la seguridad de la cárcel de Machala y el control de las autoridades.
Tras la detonación y el hallazgo de la amenaza, las fuerzas de seguridad intervinieron rápidamente en el interior de la cárcel de Machala. Fue durante esta intervención que se descubrió el trágico saldo de trece presos muertos, según informaron varios medios locales, entre ellos El Universo, Ecuavisa y Diario Correo. La presencia policial continuó dentro de las instalaciones, mientras un equipo técnico del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) trabajaba para verificar la identidad de los fallecidos.
La escalada de violencia en las cárceles de Machala es alarmante, especialmente porque este estallido ocurre a menos de un mes de un episodio igualmente sangriento. Las autoridades ecuatorianas habían reportado anteriormente la muerte de 31 personas en la misma cárcel de Machala en dos eventos violentos distintos que se produjeron en un lapso de menos de 24 horas. Esto convierte al centro penitenciario en un foco recurrente de masacres y disturbios, reflejando el poder de los grupos criminales dentro de las prisiones.
Los disturbios en la cárcel de Machala son un síntoma de la crisis carcelaria que asola a Ecuador, marcada por la disputa de poder entre bandas criminales por el control de las rutas de narcotráfico y de los centros de reclusión. Los enfrentamientos internos, las masacres y las amenazas externas se han convertido en una constante, poniendo en jaque al sistema estatal y generando una emergencia de seguridad nacional que requiere de medidas urgentes y estructurales para recuperar el control de estas cárceles.
La incapacidad para mantener el orden en la cárcel de Machala y en el resto del sistema penitenciario ecuatoriano evidencia la vulnerabilidad de las instituciones ante el crimen organizado. La repetición de masacres en el mismo centro, con explosiones y amenazas dirigidas a funcionarios, señala una falta de control efectivo que permite a los grupos delictivos operar con impunidad, tanto dentro como en los alrededores del penal.
El Contexto de la Guerra entre Bandas y el Narcotráfico en Ecuador







