
25-Sep´tiembre-2025.-.El presidente ruso, Vladímir Putin, sorprendió al anunciar el lanzamiento del primer sistema de energía nuclear pacífica con ciclo de combustible cerrado, previsto para 2030 en la provincia de Tomsk. El anuncio se realizó durante la Semana Atómica Mundial en Moscú, donde el mandatario aseguró que esta tecnología reducirá casi por completo la necesidad de suministrar uranio, un recurso que, según cálculos, podría agotarse antes de 2060.
Putin señaló que Rusia ya trabaja en el desarrollo de reactores y en la producción de pequeñas centrales nucleares terrestres y flotantes, diseñadas para cubrir la creciente demanda energética a nivel global. Además, destacó que los diseños rusos han demostrado mayor resistencia y seguridad en comparación con proyectos de otros países.
El mandatario afirmó que Moscú cumple estrictamente con sus obligaciones contractuales en el ámbito nuclear y está dispuesto a compartir sus avances con otros países. Recalcó que Rusia rechaza lo que llamó “colonialismo tecnológico”, promoviendo un acceso equitativo a la energía nuclear pacífica con el fin de impulsar un desarrollo sostenible.
En este contexto, el OIEA expresó apoyo a las iniciativas rusas siempre que mantengan el equilibrio entre el uso pacífico del átomo y el cumplimiento de los acuerdos de no proliferación nuclear. Putin subrayó que garantizar la seguridad y protección de las instalaciones es una prioridad absoluta de su gobierno.
El presidente indicó que Rusia se prepara para realizar pruebas con materiales avanzados en un nuevo centro de investigación en la provincia de Uliánovsk. Invitó a científicos de otros países a colaborar en el proyecto, describiéndolo como el inicio de una “nueva era en la energía nuclear”. Además, remarcó que la demanda global de electricidad se multiplicará en la próxima década, en gran parte impulsada por países del Sur y el Este Global.
El valor agregado de esta iniciativa radica en la posibilidad de transformar el modelo energético mundial hacia fuentes más estables y menos contaminantes. No obstante, críticos internacionales advierten que el control de esta tecnología por parte de Rusia también podría generar tensiones geopolíticas, ya que Moscú concentraría un poder estratégico sin precedentes en un sector clave para el futuro.
Aunque el proyecto promete avances en seguridad y sostenibilidad, expertos en energía advierten que depender de un solo país para una tecnología tan sensible podría aumentar desigualdades entre naciones. Además, algunos señalan que, si bien el ciclo cerrado reduce la necesidad de uranio, aún quedan interrogantes sobre el manejo de desechos radiactivos y sobre los posibles riesgos en caso de fallas de seguridad.
El presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko, respaldó la postura de Moscú al destacar la apertura rusa en compartir sus tecnologías nucleares, algo que, según él, no hacen otras potencias. Sin embargo, en un momento en que el mundo busca equilibrar la transición energética con la seguridad global, la propuesta rusa genera debates sobre hasta qué punto es prudente concentrar tanta innovación en un solo polo de poder.