Las criaturas de la Tierra existimos y nos relacionamos con nuestro entorno de maneras diferentes, no obstante hay algo que compartimos sin importar si somos vertebrados o invertebrados, descansamos. Todos los animales duermen, pero algunos lo hacen de maneras inusuales.
Y es que la relación de los animales con el sueño es fascinante y revela grandes datos acerca de las especies y sus hábitos de supervivencia. Algunas duermen paradas, otras con sólo la mitad de su cerebro e incluso hay especies que lo hacen mientras vuelan. Unos lo hacen de noche, otros como las ratas, en el día.
Se sabe por ejemplo, que los animales carnívoros duermen más porque necesitan recuperar su energía para cazar y también para evitar convertirse en presas.
Paradójicamente, el sueño les permite mantenerse alertas. Por su parte, algunos tipos de moluscos, que son sedentarios, casi no necesitan descansar porque su sistema nervioso no está tan evolucionado.
Los especialistas coinciden en que la cantidad de horas que cada especie duerme, está relacionada directamente con su supervivencia. El reposo es la forma natural de los seres vivos, y el movimiento una herramienta que permite buscar comida, reproducirse y mantenerse a salvo.
Pero empecemos por el principio.
¿Cómo duermen los animales y por qué es importante el sueño?
Desde los organismos unicelulares hasta las especies más desarrolladas, todos tienen sí o sí una relación con el sueño. Según los expertos, esta es una característica común de todas las creaturas que cuentan con un sistema nervioso central.
Dormir es una manera de relajar tanto el organismo como la mente. Las horas de sueño le permiten al metabolismo hacerse más lento, frenar el hambre y registrar, memorizar y seleccionar entre los eventos del día. Asimismo, el descanso contribuye a la digestión y al funcionamiento adecuado de los músculos.
Hay que destacar que cada especie tiene distintas necesidades de sueño. Mientras los humanos y los cerdos requieren al menos ocho para poder funcionar, los elefantes sólo tres. Por su parte, los murciélagos pueden dormir hasta diecinueve horas al día, pasan casi el 80 % de su existencia con los ojos cerrados.
Otra variable que es importante mencionar, es que las horas de sueño dependen del tamaño. Los más chicos requieren más horas de descanso que los grandes. En ese sentido, mientras la jirafa duerme poco más de dos horas, las mascotas de casa pueden prolongar sus siestas hasta por diez.
¿Cómo sabemos cuando un animal está dormido?
Si pensamos en la sábana africana o en ecosistemas lejanos que son accesibles para los humanos, tenemos que tener en cuenta que aún existen varias conductas de las especies que son un misterio. Afortunadamente, algunos científicos han descifrado cómo saber cuando un animal duerme.
Primero hay que ver si están inmóviles y en tranquilidad, después notar si su cerebro está atento al movimiento o a otros estímulos que suceden a su alrededor y finalmente, hay que ver cómo reaccionan cuando aparecen amenazas cercanas.
¿Cómo duermen algunos animales?
Con esto en mente, hemos seleccionado algunos ejemplares capaces desafiar con sus hábitos todo lo que sabemos, no sólo del descanso de otras especies, sino del propio.
Los delfines
Estas poéticas criaturas son unihemisféricas, es decir, que tienen la posibilidad de apagar una parte de su cerebro, en tanto la otra actúa con normalidad.
Es decir, mientras uno de sus hemisferios reposa, el otro se mantiene activo, esto se traduce a que descansen con un ojo abierto y el otro cerrado. En estos periodos flotan cerca de la superficie o nadan con gran lentitud.
Los elefantes
A pesar de sus dimensiones, este tipo de mamíferos necesita dormir realmente muy poco. Si son salvajes, su sueño alcanza apenas dos horas y pueden pasar hasta 46 sin pegar el ojo.
Sus hábitos son por demás curiosos. La mayor parte de las veces duermen parados, sosteniendo su gran trompa en la rama de un árbol. No obstante, a algunos ejemplares se les ha encontrado tumbados, en siestas que no duran más de una hora.
Los koalas
Mientras los elefantes apenas descansan en África, al otro lado del mundo, los koalas tienen una rutina de sueño opuesta, ya que pueden llegar a dormir hasta veintidós horas al día. Con sus doce garras, se aferran (de la manera más tierna) a la rama de un árbol y ahí descansan.
De acuerdo a los estudiosos, esto sucede porque sólo se alimentan de eucalipto, una planta con pocos nutrientes. Entonces su organismo necesita que gasten en la jornada la menor cantidad de calorías al día.
Los pingüinos
De acuerdo a un estudio, existe un tipo de pingüinos que duerme diminutas siestas (duran apenas unos segundos) al menos 10 mil veces al día, juntando un total de once horas de sueño diarias.
Este comportamiento se genera, entre otras cosas, por la necesidad de proteger los huevos de sus crías, tanto de depredadores externos como de los propios miembros de su especie. Al parecer, durante la evolución, su organismo encontró la forma de descansar sin comprometer su atención.
La mosca de fruta
Este pequeñísimo insecto, que en ocasiones nos ha merodeado con su zumbido agudo, también tiene hábitos de sueño. Duerme al menos dieciséis horas al día, gracias a que, como los humanos, pueden pasar toda la noche con los ojos cerrados y tomar algunas siestas durante el día.
Al no tener párpados, las moscas duermen con los ojos abiertos. Podemos saber que descansan gracias a que sus pequeñas antenas están caídas, como en modo relajado.